Fue un profesional a medias. El jugador del Jorge Wilstermann de la primera división de Bolivia tenía programado un duro compromiso el día que se iba a casar.
Él debía jugar un poco del partido con su equipo, y como no podía partirse en dos y los compromisos eran inaplazables, decidió cumplir con ambos.
Gílbert Álvarez, atacante del Jorge Wilstermann, inició como titular ante el Oriente Petrolero el juego del domingo pasado en la liga boliviana, pero para la segunda parte fue sustituido.
Tenía que tomar el avión desde Cochabamba hasta Santa Cruz para contraer matrimonio. Se puede decir que todo acabó bien, el Wilstermann ganó 3-1 y el enamorado llegó a su boda y le cumplió a la novia. Final feliz.