La carrera futbolística de Joao Maleck quedará solo en el recuerdo y se convertirá en otra falsa promesa de convertirse en la próxima estrella de la selección mexicana.

A sus 20 años, Maleck enfrenta a la justicia, luego de ser responsable de un accidente automovilístico en el que falleció un matrimonio este fin de semana.

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Actualmente cumple prisión preventiva por seis meses en Puente Grande, la misma cárcel de la que escapó en el 2001 el narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán.

Junior Joao Maleck Robles, nacido en Guadalajara, Jalisco, el 13 de marzo de 1999, prácticamente tuvo grandes oportunidades para desarrollarse como futbolista, incluso, para dar el salto a Europa.

Pese a que es hijo del exjugador camerunés y con nacionalidad francesa Jean-Claude Maleck, quien llegó a jugar con los Tecos y Leones Negros, Joao creció sin su presencia y apoyo, ya que su padre decidió continuar con su vida, pero lejos.

Joao decía que él consideraba como su papá a su abuelo materno. “Le debo todo a mi abuelo, es para mí el máximo ejemplo, es como mi héroe”, expresó Maleck en abril en una entrevista con El Universal.

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Una lesión a finales de año lo alejó de toda actividad, incluso, la Femexfut estuvo al pendiente de su evolución, ya que Diego Ramírez, técnico de la sub-20, lo contemplaba para el Mundial sub-20 de Polonia 2019.

Las ambiciones de Maleck eran altas, incluso, para recibir el pasaporte francés, porque si en el Tricolor no se le daba oportunidad, Francia era otra posibilidad de cumplir su sueño de jugar un Mundial.

Acabó con matrimonio

Las personas atropelladas por el futbolista eran María Fernanda Álvarez y Alejandro Castro, quienes se casaron por lo civil el viernes pasado y el sábado lo hicieron por la iglesia.

Ellos fueron embestidas por el carro de Joao, quien manejaba tomado.