Este fue un viernes de clásicos. Además de la final femenina entre Alajuelense y Saprissa, horas antes los equipos de la categoría U-20 se midieron por los cuartos de final del alto rendimiento en un duelo que acabó 1-1.

La mejenga, disputada a las 3 p. m. en el estadio Cuty Monge, en Desamparados, se selló con los tantos de Warren Madrigal para el Monstruo y de Doryan Rodríguez para el León. Los goleadores ya han jugado en primera división algunos minutos.

El técnico rojinegro Greivin Mora, quien clasificó a los erizos en el primer lugar del torneo, se midió a los pupilos de Roy Anthony Myers, que entraron a la segunda ronda en el octavo puesto.

Mora trabaja en Alajuelense desde enero y en sus manos tiene una responsabilidad enorme, pues asumió una generación que ilusiona muchísimo a los manudos y que tiene a un reconocido Brandon Aguilera como capitán y principal figura.

Previo al duelo contra los morados, Greivin nos habló un poco sobre su brete.

“Los clásicos se viven igual siempre y en cualquier categoría, Saprissa se metió octavo, pero son partidos aparte, desde el primer equipo hasta la categoría 2011. En nuestro caso vamos por la serie y es importante que se aprenda que los clásicos se viven así siempre. Es parte de lo que se vive y aprende”, asegura Mora.

El trabajo de Greivin va en doble vía, por un lado debe llevar a los cachorros por la senda correcta para que lleguen de la mejor manera a la primera división y por el otro exigir, desde ya, títulos a sus muchachos.

“En la categoría son importantes las dos cosas, porque si al primer equipo le exigimos el campeonato, nosotros debemos hacer lo mismo, nosotros formamos y nos encargamos de moldear y pulir cosas, pero también debemos moldearlos a que sepan estar en las finales y ganarlas. Que se cree ese hábito, para que cuando estén en una primera división lleguen con esa mentalidad”, explicó.

Exigencias

Mora tiene muy de cerca a muchas de las perlitas que ilusionan a los manudos, jugadores como Brandon Aguilera, Jossimar Alcocer, Doryan Rodríguez, Sebastián Rodríguez y Santiago Van Der Putten, que entrenan y algunos han jugado regularmente en la primera.

Greivin nos explicó que en el caso de Aguilera, de quien muchos se extrañaron no verlo más en el primer equipo, es para terminar de formarlo como se debe en un equipo en el que tiene más responsabilidades, hasta de capitán.

“Es un jugador que entiende muy bien los roles, entiende que si en el primer equipo no tiene minutos, venir a tener ritmo con nosotros más bien lo potencia para cuando el primer equipo lo necesite, esté al nivel. Es una de nuestras referencias en el equipo, como otros tantos”.

Mora maneja dos tipos de jugadores, los que van de una categoría a otra y no se han visto mucho en primera y los que han tenido más roce en la máxima categoría. A estos últimos los tiene muy de cerquita para que tampoco se crezcan más de la cuenta.

“Yo llevé una línea similar cuando trabajé en el Cartaginés, estaba en la primera y en liga menor, es más fácil para mí poder llevar esas situaciones. El manejo del grupo pasa porque son una parte más del equipo y que cuando bajan de categoría les exijo igual que lo hacen en el primer equipo.

“Uno entiende que si ellos bajan de primera, tienen alguna prioridad por lógica, por el proyecto que tiene la institución con ellos. Nosotros usamos mucho jugador de la categoría U-17, Brandon es un modelo para que sigan un patrón y comportamiento a seguir”, detalló.

Cuando estuvo en Cartaginés, Greivin sacó a jugadores como Cristhopher Núñez, Ronaldo Araya, Daniel Chacón, Luis Diego Rivas, entre otros, a los que hizo campeones en las categorías u-17 y u-20.

Mora nos contó que a uno de los jugadores que pasa jalando de la u-17 a la u-20 es a Juan Pablo Ledezma, el “Cachorrito”, una de las joyitas de la cantera manuda que más cuidan y que está llevando un proceso poco a poco, sin acelerarlo ni meterle más presión por lo que significa ser hijo de Froylán Ledezma.

El DT de los cachorros asegura que pasa en comunicación con Albert Rudé, cabeza del primer equipo manudo, ya que pasa muy pendiente de las ligas menores porque sabe que, en cualquier momento, podría echar mano de ellas.

“Nos hablamos regularmente, siempre pregunto mucho porque él ve los partidos, nos comunicamos para ver qué observó, qué podemos corregir, qué le gusta para su equipo, para trabajar todos en la misma línea”.

Los cachorros viven, comen, estudian y andan juntos, eso sin duda avanza muchísimo brete.