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Guadalupano rechazó cinco millones de colones por su “Beba”

Una Datsun 210Y tiene 21 años de ser la consentida de la casa

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Marco Vinicio Segura Salazar tenía 19 años cuando su papá le regaló un Datsun 210Y, modelo 1980 de versión americana.

La nave se convirtió en su amiga inseparable, tanto así que cada año le pega tremendas rejuvenecidas para que se mantenga como toda una “Beba”, como le dice él de cariño.

Fue el primer “matrimonio” de don Marco y fue a la fuerza, porque cuando cumplió 18 años el papá, don Gildo Segura Montero, quien es mecánico automotriz de profesión, le regaló una Vespa, pero sufrió un accidente y se quebró la clavícula. Entonces la familia les agarró tirria a las motos y por eso llegó la Datsun, sin que la esperara. Cuando se la dieron jamás la había visto.

La relación se comenzó a fortalecer y don Marco, vecino de Guadalupe y de 40 años, se enamoró perdidamente del regalo. Ya van 21 años de que la “pareja” se lleva puras tejas. Son 21 años en que no ha dejado de meterle platica a la nave para que esté siempre bien chuza y lo logra a la perfección.

La Beba es toda una sensación cuando anda en la calle. Llama la atención por lo bien cuidada que está y por la pintura.

“Le escogí un azul dakota que ha sido todo un pegue, a la gente le encanta. Cuando yo saco a mi Beba todo el mundo tiene que ver con ella y hasta fotos me piden, es toda una sensación.

“Una vez estaba echando gasolina y se me acercó un señor en un carrazo y me dijo que me daba inmediatamente 5 millones de colones por el carro. Si le decía que sí, llamaba al abogado de una vez y hacíamos el negocio. Le agradecí mucho la oferta y le dejé claro que no estaba en venta por ningún dinero… El señor se fue chivísima”, nos contó el guadalupano.

Original

El orgulloso dueño explica que estas versiones americanas eran carros que llegaban a Estados Unidos de Japón y se les reforzaba la carrocería y se les mejoraban detalles en el motor. Todas las piezas que tiene son originales, don Marco se ha preocupado por conseguirlas en Estados Unidos. Le mantiene los aros de 12 pulgadas originales, los cuales ahora cuesta mucho conseguir.

“Como los espejos retrovisores son tan particulares, los tuve que mandar a traer directamente de Japón y papi (don Gildo) se encargó de ponerlos en la posición correcta, la cual es muy diferente al lugar al que normalmente los autos acomodan los retrovisores.

“Papi es quien se encarga de toda la mecánica, él lo mantiene como un ajito y yo la luzco en las calles los sábados y los domingos”, nos dice don Marco.

El segundo matrimonio de don Marco fue con doña Katherine, quien debe compartir el corazón de este amante de los autos, ya que la Beba es una gran chineada y demanda mucho tiempo.

La Datsun no se puede ir a dormir por las noches si no le ponen su pijama, Dios guarde se vaya el sol y no le hayan acomodado el cobertor.

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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