Hazaña de Brasil 2014 sigue viva en la mente de los protagonistas

Hace cuatro años se vivieron sensaciones similares antes de empezar el Mundial

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Hace más de cuatro años, después del sorteo previo al Mundial de Brasil 2014, los pronósticos de los expertos nos “firmaron” una sentencia de muerte al quedar en el grupo D junto a tres campeones mundiales, Uruguay, Italia e Inglaterra.

Para ponerle más pesimismo al asunto, semanas antes de iniciar la Copa del Mundo se perdió el último amistoso 3-1 ante Japón, algo muy similar a lo que se vivió el lunes pasado cuando la Tricolor cayó 4-1 contra Bélgica antes de debutar en Rusia 2018.

A final la historia en Brasil tuvo un final feliz y se convirtió en un momento inolvidable que quedará en la memoria de todo un país y que sirve de motivación para lo que puede hacer la Sele a partir de este domingo ante selecciones como Serbia, Brasil y Suiza.

Aquellas imágenes de gloria que se vivieron en tierras suramericanas todavía siguen frescas en las mentes de algunos de los actores del aquel momento tan importante para el fútbol costarricense, quienes consideran que podrían volver a repetirse con una buena actitud y un fuerte trabajo.

Los ejemplos sobran, como por ejemplo el abrazo inolvidable entre Waylon Francis y José Miguel Cubero en medio de las lágrimas, después de superar la serie de penales ante Grecia que clasificaron a la Sele a los cuartos de final. Este fue el momento en el que nació la famosa frase: “Llore conmigo papi”, que el negrazo le dijo en aquella ocasión a Cubero y que aún le pone la piel de gallina a los protagonistas y a los aficionados.

El jugador del Seattle Sounders de la MLS contó cómo hizo aquel grupo para hacerle frente a las críticas y a los malos pronósticos que pesaban sobre la Tricolor antes del Mundial.

“A puro unión de grupo, hicimos oídos sordos de muchas cosas y nos concentramos en lo nuestro, ese grupo que no se dejó influenciar por esas cosas”, detalló el limonense con orgullo.

Francis, aunque no contó con minutos en la Copa, fue uno de los que le metía buen ambiente al cuadro y como vivió en carne propia lo que puede conseguir la Sele se se lo propone y que le da mucha confianza de lo que puede hacer el grupo que se encuentra en Rusia.

Al igual que hace cuatro años, el lateral destacó que la fortaleza mental del equipo sera clave para sacar adelante la misión, ya que otra vez lo rodea un ambiente de críticas. Francis comentó que este domingo se tirará la mejenga en su casa, ubicada en Seattle.

“No creo que esas críticas le lleguen al grupo, porque están en un momento donde se toman las cosas con más seriedad y con mucho positivismo. Siento que a lo interno no hay ambiente pesimista ni nada por el estilo. Además conozco al grupo y sé que tienen todo lo necesario para sacar un buen trabajo”, explicó.

Otro testigo de lujo que tuvo la Sele en Brasil fue el meta Daniel Cambronero, quien aunque tampoco jugó tiene muy vivos los recuerdos de hace cuatro años. De manera sincera y muy directa, el guardameta del Herediano destacó que las dudas y las críticas que había por parte de la prensa y de la afición antes del Mundial más bien se convirtieron en una especie de combustible para ellos.

“Mucha gente no confiaba en nosotros, así que lo importante era lo que a nosotros nos pasaba por la mente, porque desde el momento en que clasificamos nos hicimos la idea de hacer historia, por lo que se convirtió en nuestro lema. Vivimos momentos donde sabíamos que sería difícil, pero teníamos muy claro lo que haríamos”, comentó Cambronero.

El florense destacó que críticas como las que hizo Diego Armando Maradona antes del inicio de la Copa picaron el orgullo del equipo. Los muchachos tenían razón, ya que Diego comentó que él se hubiera pegado un balazo de ser tico al enterarse del grupo en el que quedaron sembrados.

“Era muy difícil obviar una frase de ese tipo y menos de uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, ya que nos dolió mucho. Creo que uno debe tener mucho cuidado con lo que piensa a la hora de decirlo, especialmente cuando se trata de una figura tan importante como él. Afortunadamente, esas palabras en logar de echarnos abajo, más bien nos impulsó a seguir entrenando fuerte para que él tuviera que retractarse de sus palabras”, explicó Cambro, quien se dio por satisfecho cuando el Pelusa se disculpó por lo que había dicho.

Para Daniel, al igual que muchos de los integrantes de esa selección, la clasificación a cuartos de final es el momento que más atesora de esa mágica experiencia, porque en ese momento cumplieron el objetivo inicial, hacer historia.

El hoy entrenador del Cartaginés Paulo César Wanchope, quien en ese momento era el asistente del técnico Jorge Luis Pinto, considera que es muy normal que impere el pesimismo en torno al ambiente de la Sele, lo cual es hasta normal en muchas selecciones antes del inicio de un Mundial.

“En el mundo, aunque muchos no lo crean, hay pesimismo por parte de la gente con la selección brasileña, la de Argentina o la española y así podría seguir citando ejemplos, ya que muchas veces no se muestra mucho en los amistosos porque los jugadores también juegan con precaución, así pasó antes y así es ahora. La hora de la verdad es cuando esto sea por puntos”, destacó Chope.

Paulo considera que todo jugador que está en un Mundial siempre quiere competir independientemente del rival y mejor aún si se trata de un país de más renombre porque las ganas son el doble. La Cobra recordó que se bretearon muy bien esas cosas con los jugadores antes del Mundial del 2014.

“Había un grupo maduro, de mucha experiencia que ya había tenido la posibilidad de jugar con y contra jugadores de mucho nivel, lo que sin duda les ayudó muchísimo. Dentro del equipo había tranquilidad, nos enfocábamos en lo que se podía controlar, como las emociones y el trabajo diario, por lo que no le poníamos mucha atención a lo que decía la gente o la prensa, porque era algo imposible de manejar por parte nuestra”, comentó.

Esa actitud que mencionan Francis, Cambronero y Wanchope es la llave para salir adelante no solo en Rusia, sino en cualquier otro torneo.

En el fútbol todos los partidos son diferentes y lo que se hizo con éxito con anterioridad no necesariamente garantiza que se vuelva a repetir, pero Brasil 2014 es un claro ejemplo de que se pueden lograr la cosas cuando se quiere y se trabaja duro.