Herediano dejó ayer la Cueva en silencio pues derrotó 1-0 a Saprissa en el juego de ida de la gran final, por lo que está a 90 minutos de celebrar su centenario con la copa 29.
El gol de penal de Juan Miguel Basulto, al minuto 85, cerró con justicia un partido en el que los florenses tuvieron más opciones de anotar y mejores.
El Team fue un equipo con el sello de Jeaustin Campos: ordenado en defensa, que ataca cuando le es posible, que si tiene que reventar lo hace y que, sobre todo, aprovecha el error del rival.
Una de las virtudes de los florenses fue que no le concedieron ni un centímetro a Saprissa en ataque.
Si por la víspera se sacaba el día, los morados iban perdiendo el partido desde antes de que empezara, pues el bus que los llevaba a la Cueva sufrió un desperfecto y se varó. Mal presagio. Luego llegó la virtud de Herediano, que fue amarrar al Monstruo en su propia casa.
Eso sí, el Tigre rojiamarillo soportó algunos embates morados, lógico, pues el Sapri defiende el título y es fuerte en su casa.
A Herediano le encanta entrar así a las finales, sin el favoritismo en la en la frente. No le importó que Saprissa se lo echara en semis ni que el Monstruo se comiera al León en la final de la segunda fase. Esta es la serie que vale y el Team llegará con ventaja al Coyella Fonseca.
Por eso insistimos que ayer vimos un Team muy a lo Jeuastin, hecho a la medida para jugar una final. Sin cometer errores, concentrado y vigilando muy de cerca a hombres como Jimmy Marín y Christian Bolaños. Al primero le costó más aparecer.
El Team fue el primero en tener alguna alternativa, con un tremendo cañonazo de Aarón Salazar luego de un tiro de esquina en corto, donde se la dejaron puesta entrando al área, en un pase sorpresivo, para que remata. Salió desviado por poco.
No veía la luz. Saprissa intentaba rearmarse, pero Diego González agarró la bola al minuto 23 por la izquierda, corrió toda la banda y se la puso a Jonathan McDonald. El Bigmac sostuvo la bola con dos marcas, pero la pecosa le quedó a Gerson Torres, quien probó suerte con otro cañonazo que pasó muy cerca.
Los morados encontraron un hueco en la zona defensiva rival hasta pasada la media hora, en una pared larga de Orlando Sinclair con Marín, quien ganó la línea de fondo pero remató con poco ángulo. El portero Esteban Alvarado rechazó.
El Team casi madruga a la S en una jugada que Wálter Cortés dejó picar la bola en el área y cubrió la bola para que saliera Aarón Cruz, pero se le metió Torres, le quitó la bola y cuando iba a rematar, Aubrey David le salvó la torta al lateral.
Sobre el final del primer tiempo, Ariel Soto casi sorprende a Cruz con un frentazo, pero el portero voló para evitar el pepino.
Marvin Angulo sacó su cañón en la última jugada del primer tiempo, pero el fortísimo remate pasó rozando el ángulo de mano izquierda de Alvarado.
En el complemento, la situación fue muy similar, solo que el Team salió un poquito más y generó más peligro que en los primeros 45 minutos.
Diego González empezó a crecer en su rendimiento e hizo buenas coberturas defensivas, pero también llegó al área morada, como al 49, cuando Yeltsin Tejeda sacó un centro largo, de derecha y al centro del área y el mexicano controló, pero no pudo definir ante el buen achique de Cruz.
Saprissa se sentía incómodo. Necesitaba el golcito que le diera la ventaja, pero el Team estaba muy ordenado. Por eso las opciones moradas fueron puros remates lejanos, como un remate de Michael Barrantes que se desvió en Orlando Sinclair y casi entra y un tiro libre de Marvin Angulo que Alvarado rechazó sin problemas.
Después de eso las mejores alternativas fueron del Team. Una recuperación de pelota de González en medio campo saprissista terminó en un cañonazo que se fue por poco.
Falló. Cruz, quien en estos partidos no suele fallar, anoche sí lo hizo.
La primera torta del portero se dio al 73′ pues salió mal en un córner y Ariel Soto casi lo cobra como gol, pero su cabezazo salió ligeramente desviado.
Diez minutos después llegó el segundo error del portero, pues fue el que cometió el penal que le dio el triunfo al rival.
González volvió a subir por izquierda, centró al área, Aubrey David se hizo un colocho cuando intentó despejar, no le dio a la bola y se cayó, dejándole la pecosa servida a José Guillermo Ortiz en el área.
El Chirriche intentó quitarse a Cruz, pero el portero lo recetó con un patadón. Penal clarísimo.
El mexicano Juan Miguel Basulto le enseñó a su coterráneo, Daniel Arreola de la Liga, cómo se tira un penal en una final.
El remate fue arriba y fuerte, tanto que pese a que Cruz se estiró para ese lado, manoteó la bola e igual la pecosa entró.
Al final el árbitro repuso 9 minutos, pero ni así el Monstruo pudo revivir.