El patrimonio del exjugador de la NFL Aaron Hernández no tiene valor alguno, según documentos judiciales, a pesar que el exfutbolista contaba con varias casas y carros a su nombre.
La prometida de Hernández y su abogado indicaron en una declaración jurada radicada ante la corte, que el patrimonio de Hernández actualmente es de "0.00" , sin "ningún dinero disponible ni bienes personales que se puedan identificar" según informó el diario Boston Herald. O sea, murió limpio.
El exjugador de los Patriots de Nueva Inglaterra se suicidó la semana pasada en la celda donde cumplía una condena de cadena perpetua por asesinato.
Hernández se ahorcó cinco días después de ser exonerado de otro doble asesinato en 2012.
Su casa en North Attleboro lleva más de un año en el mercado. La residencia estilo colonial incluye una piscina con una cascada, una sala de proyección de películas y un sauna.
Hay una oferta para comprar la casa de Hernández, que tiene un valor de unos ¢762 millones (1,3 millones de dólares). Ursula Ward, la mamá Odin Lloyd, el hombre que Hernández asesinó en 2013, metió una demanda en la que pide como indemnización el dinero de la venta de la choza.
La corte aprobó el miércoles una solicitud de la prometida de Hernández, Shayanna Jenkins Hernández, para expandir su autoridad sobre el patrimonio para poder vender la casa. No se divulgó el precio de venta.
Los abogados de Jenkins Hernández y de la madre de Lloyd, Ursula Ward, pidieron el jueves que el nombre del posible comprador sea mantenido en secreto. El abogado de Ward también radicó una moción para cambiar el nombre del demandado de Hernández a sus herederos.
Los abogados de los familiares de Hernández, su prometida y su hija escribieron el jueves a los funcionarios carcelarios y la fiscalía que investiga la muerte del exjugador para pedir que detengan las filtraciones a la prensa sobre cartas y otros manuscritos que Hernández dejó en su celda, al igual que otros detalles sobre la investigación.