Ian Smith disfruta un sueño que se hizo realidad muy pronto

Ian Smith tiene tan solo 20 años, pero ya se está preparando para participar en una Copa del Mundo, un privilegio reservado para muy pocos. El lateral derecho de la Tricolor todavía anda como caminando en una nube por la oportunidad tan grande que tendrá a su corta edad.

Hace cuatro años, cuando vivía en Guápiles y estaba en el colegio, vio por televisión las proezas de la Tricolor en Brasil 2014 con la ilusión de un día vivir esa experiencia, camino que empezó a recorrer un año después en el Mundial sub-17 de Chile.

El año pasado se subió de nuevo al avión para el Mundial sub-20 de Corea del Sur y actualmente forma parte de la Sele preolímpica que pulsea un lugar en Tokio 2020.

Ahora con una sonrisa que no se le borra de la cara, Smith se roza con los pesos pesados del fútbol nacional y ve con muchísima ilusión la posibilidad de jugar en el principal escenario futbolístico de todos.

La carrera de Ian va tan soplada que desde inicios de este año se convirtió en legionario al firmar con el IFK Norrköping.

"Todo ha sido muy rápido, pero desde que llegué a Suecia me propuse trabajar de buena forma para llegar a la Selección Nacional. Gracias a Dios ahora se me da y creo que después de los dos fogueos de marzo regresé al club con la idea de ganarme un campo para jugar y por dicha las cosas se me han dado”, dijo Smith.

Chasco por costumbre

El joven lateral ya había estado en prácticas con la Mayor, ya que es una costumbre que las selecciones menores apoyen en los entrenamientos, por lo que ese detalle le jugó un chasco en su primer día en la concentración de cara a Rusia 2018.

“Es muy bonito todo lo que estoy pasando, ayer (lunes) me pasó algo muy gracioso porque se hicieron dos hileras para trabajar. Estaba la fila de ellos (sub-23) y la de nosotros, yo sin pensarlo me fui a ubicar de un solo en la de la sub-23, por costumbre me fui ahí y me tuvieron que llamar. Ellos me vacilaron un poco, pero todo bien. Yo soy consciente que tengo que hacer las cosas bien para abrirles las puertas a ellos”, indicó.

En comparación a la edad y experiencia de algunos seleccionados, el defensor es apenas un carajillo, es el menor de todos en el grupo, pero él la pulsea con las mismas ganas.

“Ahora es otra instancia diferente, estoy agradecido con Dios. Estoy muy feliz y tomo esto con mucha responsabilidad, quiero pelear por un campo y voy a trabajar por esto. Lo que he hablado con Óscar Ramírez es muy poco, solo me dijo que con confianza total”, expresó.

Ian ha tenido oportunidades y las ha aprovechado, esa es la diferencia en su corta, pero muy provechosa carrera.