Isska Chaverri, jugadora del Deportivo Saprissa, cuenta las horas para subirse al avión y representar a la Selección Nacional en la Copa del Mundo Sub-17, que se llevará a cabo en Marruecos.
La muchacha de 16 años es mediocampista y sus primeros años en el campo los hizo con Codea y luego jugó con Alajuelense. Desde el 2023 defiende los colores morados y, gracias al apoyo de sus papás, hoy cumple el sueño de ser futbolista.
Esta cita mundialista (tercera participación para las ticas) dará inicio el 17 de octubre y finalizará el 8 de noviembre. Costa Rica se ubica en el grupo A con Marruecos, Brasil e Italia y debutará contra las italianas, el sábado 18, a las 7 a.m. hora tica.
“Cuando me di cuenta de que había sido tomada en cuenta para el Mundial, lloré mucho, porque es el sueño que todo futbolista tiene. A veces, tenía una leve sospecha de que iría al Mundial, pero no estaba segura y preferí esperar la convocatoria.
“Estoy muy agradecida con el profe (Edgar Rodríguez), por el apoyo que nos está dando y esperamos que todo salga bien”, dijo la jugadora saprissista.
Marca personal
- ¿De dónde nació su amor por el fútbol?
Lo traigo desde chiquitita, porque en mis cumpleaños y desde siempre solo pedía bolas. Mis papás (Alejandro y Lucrecia) jugaron fútbol, pero por sí sola adquirí el gusto por este deporte. Me encanta y siempre quería que todo lo relacionado conmigo fuera de fútbol.
Recuerdo que en el kínder, mientras mis compañeras jugaban con algunas cosas, yo estaba con mis compañeros jugando bola e igual me pasó cuando ya estaba en la escuela.
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- Además del fútbol, ¿qué hace feliz a Isska?
Me encanta la música, toco batería y quiero aprender otros instrumentos. Hace tres años llevé clases de lectura musical. Amo la percusión y me encanta tocar cualquier canción en batería y disfruto la música, el transmitir emociones a través de ella me encanta. Mis papás también son músicos y por ahí viene ese amor.
- ¿Cuánto le afectó el no poder jugar estos meses, cuando la dirigencia de Saprissa renunció la estructura del torneo femenino?
A mí en lo personal me afectó mucho, porque Saprissa siempre ha sido el equipo de mi corazón y cuando nos dieron la noticia nos dolió, no lo esperaba. Fue una noticia que nos sorprendió a todas y en ese tiempo estuve con la Selección y así pude mantener el ritmo, pero con Saprissa, a veces, éramos cuatro o cinco jugadoras entrenando y por dicha pudimos volver al torneo.
Cuando nos dijeron que íbamos a volver, me emocioné, lloré de la felicidad, porque, la verdad, no me quería ir del equipo.
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- ¿Cuáles son sus expectativas para la Copa del Mundo?
En este momento, estamos concentradas y salimos el lunes por la noche, hacemos escala en París y ya llegamos a Marruecos. Queremos hacer un buen papel, avanzar más allá de la fase de grupos, todo lo que podamos. Y, en lo personal, deseo anotar un gol, es mi primer Mundial y estoy muy ilusionada por destacar.
- ¿Cómo se organiza para estar al día con el colegio y con los entrenamientos?
Nosotras entrenamos muy temprano y el año pasado decidí cambiar a un método virtual, que imparte el MEP y eso me permite llevar clases desde la casa y si, por ejemplo, cuando dan una clase estoy entrenando, me queda guardada y cuando llego a la casa puedo revisar el material.
Este programa me ha traído muchos beneficios; de hecho, varias de mis compañeras lo están llevando, porque así no perdemos clases. Los profesores son muy comprensivos y nos ayudan mucho.