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Javier Jiménez, la zurda que volvió loco al Morera Soto

El famoso futbolista será el homenajeado del clásico de este domingo.

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La prodigiosa zurda de Javier Jiménez volverá a tocar este domingo a las 5 p. m., la gramilla del estadio Morera Soto, cancha en la que su nombre se inmortalizó durante su paso por Alajuelense entre 1971 y 1983.

La Catedral estará a reventar y muchos que lo vieron jugar volverán a recordar a su ídolo, un jugador no muy alto, pero con una habilidad impresionante con la pecosa en sus pies por lo que dejaba viendo bizco a cualquier defensor. Para muchos manudos, Jiménez es el mejor futbolista que se ha puesto la chema rojinegra a lo largo de la historia del club.

La carrera de Javier se vio favorecida por un talento poco común con la pecosa, a la cual le sacó mucho provecho y lo disfrutó al máximo. Cuando se montaba con una jugada como la bicicleta por ejemplo pobrecito el defensa que tuviera enfrente porque lo dejaba viendo pa'l ciprés.

"Pasé muchos años agradables, yo jugaba al fútbol porque nací con eso y siempre lo disfruté. Recuerdo que todas las semanas quería que fuera domingo para ir a jugar", contó el Zurdo.

Javier solo ganó dos campeonatos con los erizos, el de 1980 y 1983, pero su talento le permitió echarse a la afición al bolsillo, al punto que muchos liguistas iban al estadio tan solo por ver a Zurdo hacer magia con la pecosa en sus pies.

"Ahora los jugadores ven el fútbol como una carrera y no como un deporte y ese es un problema. Yo vacilo porque siempre deseaba que llegará el domingo, pero ahora están deseando que sea fin de mes para ir a cobrar. Algunos lo disfrutan, pero no siempre, al jugador ahora le interesan otras cosas", comentó Jiménez sin pelos en la lengua.

Junto a Rolando “el Cadáver” Villalobos, montaban una dupla ofensiva de miedo en la ofensiva manuda. Zurdo recuerda con cariño a Villalobos porque según él se entendía a la perfección y ambos sabían, sin necesidad de verse, dónde estaba cada uno dentro del terreno de juego.

Hoy, a sus 65 años, Zurdo ya peina canas y está un toque más gordillo, pero quienes lo vieron jugar siempre lo reconocen cuando lo ver caminar por Alajuela.

“Es muy bonito, uno todavía se topa a gente que le sobre algún partido o un gol y uno se siente muy honrado que todavía lo recuerden. A veces hasta me topó a algún saprissista que me cuenta las madreadas que me pegaba", comentó.

Era normal en la gradería escuchar el grito de: "¡Zurdo, Zurdo, Zurdo!", porque siempre confiaban que él les salvaría la tanda cuando las varas se ponían difíciles, así que Dios guarde un técnico lo dejara en banca, porque la presión era insoportable.

Don Javier se divorció hace varios años y actualmente vive junto a su papá, Santiago Jiménez, en El Invu Las Cañas en Alajuela.

"Yo cuido al hombre y velo por él. Estamos tranquilos. Ahora estoy divorciado y en busca de novia", dice mientras suelta una carcajada.

Para el homenaje de este domingo, Zurdo afirma sentirse muy honrado, especialmente porque será durante un clásico, la mejenga que todos quieren ver.

"Es muy bonito que me hayan decidido realizar el homenaje en este partido, ya que es un clásico y todo mundo sabe lo que significa eso y es más emotivo para uno porque el estadio va a estar lleno", explicó.

Zurdo fue un hombre de clásicos y guarda momentos inolvidables como un par de veces que le clavaron cuatro pepinos al Monstruo o algún pepino que les anotó a los morados.

Durante su carrera, Jiménez anotó 120 goles en Primera y Segunda División, de los cuales 73 fueron con Alajuelense.

"En unos ganamos y en otros perdimos, pero son los partidos (clásico) más especiales para el jugador, como liguista deseo que ganemos este domingo, pero son duelos en los que cualquier cosa puede pasar, así ha sido siempre", sentenció.

Zurdo volverá a tocar la pecosa en su casa una vez más, un club al que siempre estará ligado, ya que él escribió parte de su historia.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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