La ilusión jicaralañea se disolvió muy rápido este domingo en la gramilla del estadio Allen Riggioni y toda la frustración la enfocaron hacia el árbitro Heiner Zúñiga.
El cuadro peninsular poco pudo defenderse con fútbol, desde un inicio fueron dominados por Grecia y en el primer tiempo apenas se asomaron con Aarón Navarro y Carlos Barahona ante una zaga griega que estaba bien parada.
Al acabar el primer tiempo, Barahona escupió a Zúñiga y ahí prácticamente tiró por la borda toda opción de dar la vuelta al marcador. Acabada la mejenga en Jicaral a la mayoría le comieron la lengua los ratones, Navarro fue de los pocos que dio la cara.
"Las expulsiones nos afectaron un poco, ya que dejarnos con dos hombres menos tan rápido es algo difícil, pero, es mejor no hablar de eso porque ellos (los árbitros) nunca van a perder. Lo que hacen es sancionar y listo, pero no importa. Queda felicitar a Grecia, nada más", destacó Aarón.
Sin dar muchas más explicaciones, para el jicaraleño el árbitro fue demasiado drástico con ellos y tuvo un arbitraje muy casero que los frenó mucho.
Por su parte el técnico Ronald Mora andaba con una cara de funeral y no quiso dar ninguna declaración a la prensa, al acabar el partido solo felicitó a "Paté" Centeno y luego jaló.
El equipo peninsular se quedó muy cerca de la Primera División y por un año más la provincia de Puntarenas será la única en Tiquicia sin representanción en la máxima categoría. Toca empezar de nuevo a pellejearla.