Deportes

La fuerza de las olas ni las adversidades de la vida vencen a estos guerreros ticos

Sele de surf adaptado necesita que les echemos una mano

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En el Mundial de surfing adaptado del año pasado, Mattews Vanderhoogth (izquierda) obtuvo el cuarto lugar en su categoría, mientras que Ismael Araya (derecha) fue el primer costarricense en participar en un torneo de estos en el 2015. Melissa Fernández Silva (Melissa Fernandez Silva)

Si por esas cosas de la vida usted está de mal humor porque no le gusta su trabajo, le gustaría bajar de peso (pero no le pone a la dieta ni el ejercicio), o está que se corta las venas porque el güila o la güila lo dejó, es mejor que se deje de quejar y lea estas historias.

Primero les presentamos a Mattews Vanderhoogth, un joven de 21 años, quien nació con un problema que le inflama el cerebro. Por esto, en algún momento todos sus músculos se dejarán de mover, de hecho, actualmente solo puede mover un dedo de sus manos.

Eso no impide que todos los días se monte en un cuadraciclo, que él mismo maneja, y se vaya a surfear olas en Montezuma, en Cóbano de Puntarenas.

La otra historia es la de Ismael Araya, quien sufrió un accidente de tránsito hace 4 años que le inmovilizó las piernas y lo dejó en silla de ruedas; sin embargo, sus ganas de luchar hacen que actualmente camine con muletas, surfee y dé clases de ese deporte en playa Hermosa, en Cóbano.

Ambos se preparan para competir, junto a otros ticos, en el Mundial de Surf Adaptado en noviembre, en La Joya, California, Estados Unidos, actividad para la que necesitan ayuda económica.

Araya, quien se enfrenta a las olas desde hace 30 años, nunca le ha tenido miedo al mar, pero sí respeto. El accidente que sufrió lo hizo caer en depresión, pero rápido se olvidó de eso y ahora es un ejemplo para muchos.

Él nos contó qué fue lo que pasó hace 4 años, cuando su vida dio un giro inesperado.

"Estaba viviendo en Santa Teresa de Cóbano y regresaba de San José, era un Día del Padre, venía con una mala actitud e iba rayando los carros. Después de salir del ferry, en Paquera, se hace un embotellamiento, hay mucha fila, presa, se hace lento", contó Ismael de 39 años.

En ese momento, el surfista iba frustrado y tarde para el trabajo entonces empezó a rayar, estaba a punto de pasarle a un bus cuando se encontró una curva e igual se mandó.

"Cuando logré ver, venía un camión, traté de esquivarlo, pero pegué al bus y caí debajo de la llanta de adelante. Cuando (el bus) paró, lo tenía encima de las piernas", contó el actual profesor de surf.

Cuando empezó la recuperación, Ismal no podía caminar y mucho menos enfrentarse a las olas en una tabla, en esos momentos pensaba que no había aprovechado como debía ese deportes estando bien de las dos piernas, por lo que ahora la cosa sería más complicada.

Él entró en depresión al ver que no se podía poner de pie, ni seguir trabajando como instructor de surf; sin embargo, volvió a Puerto Viejo, de donde es oriundo, y cuando se metió al mar sintió que podía seguir adelante.

Écheles una manita
La Sele tica de surf adaptado necesita su colaboración para poder representar al país con 8 atletas, es por eso que, si usted desea hacer un donativo económico, puede hacerlo en las siguientes  cuentas a nombre de Fundameco: Banco Davivienda, cuenta en colones número 91422093982 y cuenta cliente: 10409142209398216. En dólares la cuenta es la 91422093991 y  la cuenta cliente es  10409142209399121.

"Logré adaptarme", señaló Araya, quien hace siete meses empezó a andar en muletas, eso sí no en largas distancias, pero puede hacer las cosas por sí mismo, entre esas surfear.

Hace tres años, cuando volvió por primera vez a la zona del accidente, Araya cuenta que casi se muere, ya que lo hizo en lancha entre Herradura y Montezuma, y es que cuando se accidentó también lo sacaron en un transporte de esos.

"Salí en lancha casi muerto y ahora volvió en lancha vivo", recordó.

Araya es todo un ejemplo de lucha, nunca se rindió y dejó atrás una silla de ruedas. Melissa Fernández Silva (Melissa Fernandez Silva)

"Fue bastante impactante pasar por el lugar del accidente", recordó el limonense, quien dice tener muchas ganas de vivir.

¿Cómo hace para practicar este deporte? Ismael lo hace en una tabla con una silla de ruedas que se le adapta, aunque ahora lo hace acostado y remando.

"Compito hincado, pongo un rodilla y el pie derecho adelante, incluso, lo hago ante personas que se ponen de pie y tienen una prótesis", explicó Araya, primer representante tico en un Mundial de Surf adaptado en el 2015.

Aprovechó para mandarle un mensaje a las personas que no se animan a hacer cosas por miedo, les dice que no hay que tenerlo, solo animarse, pero con respeto, esto en caso de que se vayan a meter al mar, lugar que para él da terapia física, emocional y espiritual.

De las clases que imparte, cuenta que algunos se sorprenden de que las pueda dar con su problema físico.

"Cuando me siento más débil, es cuando estoy más fuerte. Gracias a Dios por eso, no soy la mejor persona, el mejor hijo o el mejor hermano, pero la verdad creo mucho en Dios.

"A veces siento que no tengo la fuerza, pero sí la tengo, tengo la capacidad, porque no es solo física, sino psicológica", añadió Ismael.

Mattews se sorprende de que personas con todas sus capacidades, tengan miedo de hacer cosas simples. Cortesía Mattews Vanderhoogth. (Cortesía Mattews Vanderhoogth.)

Mattews Vanderhooght, vecino de Montezuma, donde labora en una tienda propiedad de sus papás, también disputará el mundial sobre las olas.

El muchacho nació con una enfermedad que le limita todas las extremidades, por eso no puede caminar.

"No muevo bien las extremidades y, como es una enfermedad progresiva, cada año debo aprender a vivir con una nueva discapacidad. Por ejemplo, hace tres años movía todos mis dedos, ahora solo muevo uno de la mano; de los pies no muevo ninguno", contó este valiente.

El muchacho tiene 10 años de vivir en Montezuma, donde aprendió a surfear hace seis.

Para surfear, Vanderhooght lo hace acostado y su tabla tiene algo especial al frente para que no le lastime el pecho; no va amarrado a nada.

"A mí solo me ayudan a llevarme la tabla a la orilla de la playa, ahí yo entro solo y, como digo siempre, dentro del mar soy uno más", explicó.

Incluso, dice haberse ganado el respeto de otros colegas, no por su discapacidad, sino por su forma de practicar el deporte.

El muchacho siempre cuenta con el apoyo de su mamá María del Rocío Luna. Melissa Fernández Silva. (Melissa Fernandez Silva)

De hecho, Mattews bromea al decir que algunas personas, que no tienen ninguna discapacidad, ven olas grandes y no se animan a entrar.

"Siempre tengo miedo, yo todos los días me ahogo. Yo no disimulo (el miedo), tengo respeto, sé lo que me puede pasar. Ya he estado a punto de ahogarme, he salvado gente en el agua", indicó el joven, quien ya surfeó en Hawai y California.

Él aprendió a nadar en la escuela de rehabilitación y asegura que la única manera de vencer el miedo a las olas es cuando se empiezan a disfrutar.

"Cuando no surfeo todos los días, lo hago al menos cinco días a la semana. Lo hago a veces de 3 de la tarde a 6:30 p.m. El surf es mi vida, por eso prácticamente es que estoy vivo", añadió el joven, quien considera que todos nuestros miedos existen únicamente en la mente.

Mattews irá al Mundial con la meta de ser campeón en la categoría asistido, donde surfea acostado y a pura fuerza de sus brazos. El año pasado se dejó el cuarto lugar.

Mattews nos mostró la camiseta y la medalla que logró en el Mundial 2016, donde obtuvo el cuarto lugar. Melissa Fernández Silva (Melissa Fernandez Silva)

"La discapacidad está en la mente, yo debo acostumbrarme a una diferente cada año, pero hay que dejar las excusas, nunca estoy agüevado y, si lo estoy, tiene que ser por algo sumamente importante. No le hago mucha mente a las cosas", finalizó sabiamente este joven ejemplar, quien hasta le hace al fútbol, juega como portero hincado.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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