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Limón le ensució la corona a Wálter Centeno y le da su primer revolcón

Cuadro caribeño frenó al Monstruo, quien se la rifó con un equipo lleno de suplentes

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Hay un dicho que dice que cuando el Saprissa va para Limón, llegando al Zurquí ya va perdiendo 2-0, chile que se cumplió este sábado.

El cuadro caribeño le propinó a Wálter Centeno su primera derrota como técnico morado tras caer 2-1 en el estadio Juan Gobán.

Con un equipo lleno de suplentes, esta vez el Monstruo se quedó corto en su accionar y le costó meterse al juego, para cuando trató de reaccionar ya perdía 2-0 en solo 36 minutos ante una escuadra verdiblanca que en la etapa inicial fue mejor y pudo irse con más goles a favor al descanso.

El ambiente en el Caribe estaba rico, con mucha gente en las gradas, el sol apretando fuerte y el merecido reconocimiento a la memoria de don Julio Fuller, quien falleció el jueves, toda una figura que se dedicó por más de 40 años al fútbol limonense.

Triunfar ante un cuadro como el Saprissa es sin duda un buen homenaje para ese incasable maestro, cuyo equipo actual de Limón mostró el mismo coraje y espíritu que él tenía en la cancha, metiendo mucha gana e intensidad con un fútbol alegre.

Con ese marco, Paté llegó a Limón, esta vez no lo vimos de traje ni chaneado como en otras ocasiones, sino de gorra y camiseta y con una cara de preocupación al notar que su equipo entró medio ruleado al partido.

El marcador, sin embargo, no se abrió por descuido morado, sino por una torta del árbitro Pedro Navarro quien le compró un piscinazo a Henry Cooper ante la salida de Alejandro Gómez. El referí pensó que el “Chavito” le agarró las piernas al limonense, pero quedó visto en tele que no fue así.

Injusto o no, apenas en cuatro minutos la S ya iba perdiendo por el penal que marcó el propio Cooper, quien a pesar del regalo, era el equipo que llevaba las mejores opciones, principalmente porque ganó los duelos en la media cancha.

Miguel Marín y el colombiano Carlos Alberto Palacio se comieron a Juan Gabriel Guzmán y Jailon Hadden en lo que era el toque de la pecosa, como le hizo falta la pareja de Mariano Torres y Juan Bustos Golobio a Paté, quienes descansaron pensando en el Tigres de México.

En el estilo de Centeno está claro que cuando el equipo no tiene la bola sufre mucho y no se le ve bien, por lo que cuando pierde esos duelos en la media cancha y no puede defenderse con balón tiene que correr más, eso genera más fatiga y en una cancha como la de Limón eso es un tortón.

El único que generaba un poco de peligro en la S era Randall Leal, el que le metía vértigo al ataque morado y llegaba por la banda con rapidez, hasta ese momento era el único que sentía el fútbol en su corazón de la forma que lo pide Centeno.

Por su parte, en Limón esa chispa salía por ambas bandas, lo que hacía ver muy mal a la lenta defensa morada con Heiner Mora, Jaikel Medina y Jostin Salinas, a quien entre Cooper, Diego Díaz y Ryan Bolaños la tenían mareada.

En una combinación así es que cayó el segundo pepino de la Tromba, Bolaños se llevó la chocobola por la banda izquierda, la tocó al centro con Cooper, quien con un movimiento dejó tirado a Medina, se dio la vuelta y fusiló a Gómez para el 2-0 a los 36.

El fútbol es a veces un poco injusto porque en su debut con el Saprissa, el Chavito se fue con una derrota y dos goles adentro, le achacaron un penal que no fue y en el segundo sus compañeros parecían conos ante los movimientos de la Tromba,

Más bien por Gómez Limón no llegó al tercero, cuando metió el pie de manera providencial a otro tiro de Cooper cuando terminaba el primer tiempo.

La mejor noticia para Saprissa en la etapa inicial fue que Navarro inflara los cachetes, ya que al regresar de los camerinos se pudo recomponer un poco, la entrada de Rubilio Castillo por el jovencito Manfred Ugalde, al 57, le dio más peso en ofensiva y en solo tres minutos el catracho vacunó a los caribeños para marcar el descuento.

Rubi aprovechó una serie de rebotes que quedaron sueltos y cazó la pecosa en el área pequeña para anotar su tercer gol con los morados. El empate estuvo cerca con un remate al horizontal que pegó Leal, el Monstruo apretó por el empate para llevarse al menos un punto, pero no hubo caso.

Paté ya probó el amargor de la derrota tres días antes del duelo ante Tigres, un tropezón que sin duda le ensució la corona y lo hizo arrugar la cara.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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