Los 90 minutos por la vida se jugaron por primera vez sin chiquitos y sin las mascotas de los equipos, dos de los elementos que le daban un aire de alegría a la linda actividad.
Las dificultades de la pandemia causada por el coronavirus hicieron que la organización debiera tomar medidas extremas, por lo que las ausencias de los niños y del León, Monstruo, Tigre y Manigordo fueron dolorsas, pero bien justificadas.
Incluso, en la Asociación Lucha contra el Cáncer Infantil la pulsearon para poder meter 10.300 personas al Estadio Nacional, pero no obtuvieron los respectivos permisos del Ministerio de Salud.
Pese a las bajas tan importantes, la actividad estuvo igual de linda como en ocasiones anteriores.
Ricardo Chacón, organizador de la actividad dijo que lo importante es brindar la ayuda a los chicos.
“Es algo circunstancial, al final, el principio es ayudar a los chiquitos y salvaguardar su integridad física”, dijo.
El hecho de que no haya chiquitos pudo hacer que los equipos se fajaran más en competir, aunque Chacón reconoció que en el torneo nunca ha faltado el buen fútbol.
Siga colaborando
El organizador dijo que las personas que aún no han puesto su granito de arena para la causa pueden seguir colaborando por unos días más.
Es decir, puede adquirir las entradas virtuales, que valen cinco mil colones, mediante specialticket.net o a traves de la página 90minutoscr.com.
También pueden apoyar por las plataformas de kolbi enviando la palabra 90 minutos al 9001 para donar mil colones, 9002 para ayudar con dos mil colones y 9005 para dar cinco mil colones.
Otra manera de colaborar es comprando los brazaletes de la actividad, que cuestan tres rojitos y se pueden adquirir en en las tiendas Monge, durante todo enero.
Con el dinero que se recoge, los organizadores han ampliado el albergue de la asociación, compran medicamentos y mejoran sustancialmente la calidad de vida de los pequeños. De hecho, según Chacón, ningún niño abandona el tratamiento cuando inicia.