El técnico de la selección española, Luis Enrique, dijo que “no es el momento” para hablar de su futuro en el puesto, pero defendió a sus jugadores y asumió ser el “responsable”, tras la eliminación de la Roja del Mundial.
“Si hay un responsable, evidentemente soy yo. Felicito a mis jugadores por cómo se han comportado y, en general, por el Mundial. Nos quedamos evidentemente con una sensación triste, con una decepción, sobre todo por el apoyo que hemos sentido y porque no hemos podido volver con el resultado que deseábamos”, afirmó en la conferencia de prensa posterior al duelo de octavos de final ante Marruecos (triunfo 3-0 en penales para los norteafricanos después de un empate 0-0).
Haciendo autocrítica apuntó que su error en el partido fue quizás no dar entrada antes a Pablo Sarabia, quien ingresó en los instantes finales de la prórroga de cara a la tanda de penales y que pegó un remate en el palo en la última jugada de los tiempos extra, en una jugada que pudo evitar la tanda de penales. Luego fue el primer lanzador de España en la misma y erró, estrellándolo también en el vertical.
“Yo elegí a los tres primeros lanzadores, vaya ojo que tuve. Consideré que eran los mejores entre los que estaban en el campo. Yo elegí a los tres primeros y lo volvería a hacer. Luego al resto ya les había dado libertad a los jugadores para decidir, pero ni hemos llegado”, lamentó.
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Luis Enrique fue preguntado por su futuro y afirmó que no sabía si iba a continuar en el cargo o no.
“No lo puedo decir porque no lo sé. No es momento de hablar de mi futuro. La selección tiene tiempo antes de sus próximos partidos. Estoy a gusto con la Federación, con el presi (Luis Rubiales) y con (el director deportivo José Francisco) Molina. Si por mí fuera, seguiría toda mi vida, pero ese no es el caso. Tengo que pensar con tranquilidad qué es lo mejor para mí y para la selección”, apuntó.