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Machinchita Roja adorna las calles de La Unión

Este fiebrazo es dueño de un Mazda Miata modelo 1992

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José Conejo cumplió su sueño de ser el dueño de un Mazda Miata, modelo 1992, desde hace casi tres años cuando se lo compró a un señor en Cartago.

Este topógrafo y vecino de Tres Ríos de La Unión, nos escribió para contarnos la historia de su nave con la cual llama la atención por donde pasa y, al que chinea tanto que hasta compró unos frenos de ¢700 mil en Miami.

“Si los compraba aquí me salían más caros y, además, aquí no es fácil conseguir repuestos de este tipo de carro”, señaló Conejo, de 66 años, para justificar su inversión.

Le preguntamos si le tiene un apodo y contestó que cuando llega su nieto, de 7 años, se lo lleva a pasear en la Machinchita Roja, como le dice de cariño a este Mazda.

“Hace unos ocho años se me metió la idea de que quería un auto deportivo y era ese. En el año 2012 tuve la plata necesaria para comprarlo y como dicen popularmente me ‘pendejié’, así que me quedé con la idea hasta que lo compré años después”, cuenta don Jose.

Conejo recuerda que un sábado andaba por Cartago vio el carro en el jardín de una casa, por lo que le preguntó al dueño si deseaba venderlo y pese a que no lo tenía en venta, le pidió ¢2 millones. Don José aceptó y al otro día llegó con su mecánico para que revisara el Mazda y dos días después lo tenía en la cochera de su casa.

Para dicha de este topógrafo, el presupuesto que tenía para darse este gustazo era de ¢5 millones, pero como pagó ¢2 millones por el chuzo, los restantes ¢3 millones lo usó para dejar su carro como nuevo.

"Casi que de inmediato lo restauré, tenía las llantas y la pintura nueva, la máquina no se ha tocado, entonces todos han sido puros caprichos. La batería, el alternador, el aceite, entre otras.

“Los frenos son de carro de carrera, los fui a traer a Miami y costaron ¢700 mil. También compré productos finos como la cera para mantenerlo bonito. También se pulió, le dimos tratamiento a la capota y todo lo que le faltaba para ser original”, señaló Conejo, quien reconoció que es claro que se enfiebró con su Mazda.

¿Qué debo tener en cuenta a la hora de comprar un vehículo?
“Es importante que le acompañe un técnico automotriz de su confianza para que le asesore y revise bien el carro. Si esto no es posible, entonces preste atención a que no se le vean problemas de corrosión al chuzo, principalmente en la parte inferior, ni golpes. Esto lo podrá ver más fácilmente en un elevador, rampa o fosa, y también le permitirá observar que no tenga fugas de ningún tipo. Al encender el motor no se deben escuchar ruidos extraños ni al conducirlo. Cuando se acelera el motor, tampoco debe echar humo por la mufla”, explicó el mecánico Bryan Guido (8603-5135).

Todos esos trabajos los ha hecho un mecánico al que también le tocó ponerle al carro mufla nueva y hule, así como corregir lo que estaba mal en la parte de abajo del chuzo.

En cuanto al uso que le da a la nave, Conejo mencionó que lo maneja mucho por ser económico (el motor es de gasolina y de 1.600 centímetros cúbicos).

“Ando por todos lado en La Unión, a veces paso todo el día en el carro. Hay temporadas en las que pasa mucho guardado, se empolva y se desinfla, pero hace unos seis meses lo uso para trabajar”, señaló el feliz dueño.

Conejo reveló que por un asunto de seguridad y porque en ocasiones parquea en la calle, no le quita la capota a este hermoso auto rojo.

Al ser un chuzo tan bonito, sobra decir que la reacción de la gente es vacilona, especialmente, porque tiene unas piezas que lo hacen roncar y chillar llantas, razón por la cual, la gente vuelva a verlo cuando anda por la calle y hasta le piden permiso para hacerse fotos a la par de la nave.

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Envíe fotos de su carro, camión o moto al correo kespinoza@lateja.cr, así como un número telefónico para contactarlo, para salir en esta sección.

Si se trata de dejar que alguien lo maneje, dice que solo su hijo tiene ese beneficio, mientras que a las hijas no les gusta andarlo porque es manual.

“A mi esposa antes no le gustaba porque es muy pequeño, decía que costaba mucho meterse y salirse. Yo voy a la feria del agricultor y hecho las compras en la joroba, ahora ella sí va conmigo, le gusta más”, explicó.

Aunque el carrito es muy particular, no es el único en el país, de hecho, don José estuvo en un evento hace unos días y llegaron veinte carros Mazda, entre los que había unos como el suyo.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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