La Federación Inglesa de Fútbol (FA) no quiere actores en la Liga Premier por lo que decidió enjachar a los mañosos que recurren a los piscinazos para embarcar a los árbitros.
La FA aprobó este jueves, durante su asamblea general anual en el estadio londinense de Wembley, la aplicación de sanciones en casos de simulación, incluso después de concluidas las mejengas.
El "engaño exitoso a un árbitro", ya sea por una caída exagerada o por una falsa lesión, puede ser castigado ahora con una suspensión de dos partidos.
"Mientras que los intentos de engañar a un árbitro fingiendo una lesión o que ha sido víctima de una falta, son castigables con una amonestación por comportamiento antideportivo, el hecho de que esta simulación haya podido engañar al árbitro para que se pite un penal o decida una expulsión justifica un castigo más severo", afirmó la FA en un comunicado.
La FA señaló que espera que la medida tenga un efecto positivo y que convenza a los jugadores de no promover este tipo de teatro.
Los incidentes serán examinados por una comisión formada por un exentrenador, un exjugador y un exárbitro, que analizarán las imágenes de manera independiente. Si los tres comparten la opinión de que hubo una simulación, el jugador será sancionado con esos dos partidos.
La nueva regla recibió el apoyo de la Liga Inglesa de Fútbol (EFL), del Sindicato de Entrenadores y del Sindicato de Futbolistas Profesionales (PFA).
La FA sigue así el ejemplo de la Federación Escocesa de Fútbol, la cual introdujo esta medida en el 2011.