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Marcel Hernández es el papá del Monstruo, no hace falta hacer la prueba de ADN

Es clarísimo que el atacante brumoso tiene de hijo al campeón nacional, no puede tener la morada enfrente porque lo vacuna y de la manera que sea

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Saprissa y Marcel Hernández no necesitan un examen de ADN para demostrar que el delantero cubano es el papá del Monstruo.

Es clarísimo que el atacante brumoso tiene de hijo al campeón nacional, no puede tener la morada enfrente porque lo vacuna y de la manera que sea, como sucedió anoche en la goleada del Cartaginés 4-0 en Tibás. La Cueva quedó convertida en un salón de fiestas pero sin público por el covid-19, sin embargo, el baile fue en la gramilla.

Con razón Saprissa hizo tanto intento para llevarse al atacante, si es que cuando lo tiene de rival sencillamente les hace la vida imposible.

De los 55 goles que lleva el caribeño en el país, diez se los ha hecho a la "S" y siete de ellos en la Cueva, con lo que muestra que se siente a las mil maravillas en esa cancha y eso que no hemos hablado de cómo trae al pobre Aarón Cruz.

Es más, no descartamos que cuando el portero morado se acostó anoche, haya tenido pesadillas con el cubano.

La advertencia estaba hecha, la última vez que Marcel visitó Tibás les clavó tres pepinos, el 17 de junio en las semifinales del Clausura 2020.

Por la suspensión del duelo de la jornada tres, dado que ambos equipos estaban en cuarentena por tener casos positivos de covid-19 en sus planillas, la mejenga de ayer se juntó con el del próximo domingo entre los dos cuadros en el Fello Meza.

Pero era lo de menos cuando se jugara el partido, si el cubano de todos modos los tenía en la mira para ayudar al Cartaginés a consolidar su primer lugar en el grupo B.

Los brumosos tienen 14 puntos y le arrebataron el invicto al campeón, que se quedó segundo con diez unidades.

Gol y gol

Los de la Vieja Metrópoli abrieron el marcador apenas a los cuatro minutos con un cabezazo de Andy Reyes, quien jugó su primer partido como titular.

El delantero ganó la marca en el primer palo y la clavó en el segundo tras un gran tiro de esquina de Jeikel Venegas.

La S apenas estaba digiriendo el golpe inicial cuando Marcel les pegó el primer manazo, con toda la complicidad de un Aarón Cruz que parecía que tenía mantequilla en los guantes.

El cubano mandó un potente remate desde afuera del área que Cruz intentó agarrar, pero la bola se le fue entre las manos y cuando el meta la logró sacar, ya había atravesado la línea de gol. Desde que Marcel se cuadró para pegar la pecosa Aarón le hizo la cruz.

Con un panorama tan complicado, los dirigidos por Wálter Centeno tuvieron que salir a nadar contracorriente.

Hasta pasados los 20 minutos fue que los locales pudieron concretar algo, les costaba y de feria el árbitro Allen Quirós no les pitó dos jalonazos en el área a Johan Venegas, el primero de Kenner Gutiérrez y el segundo de Daniel Sánchez que eran penales.

Jimmy Marín tuvo la más clara en una entrada por la derecha que se tardó mucho en tirar y al final le tapó Darryl Parker.

Cuando Saprissa sentía que podía descontar, que lucía mejor y se podía meter en el juego les salió papá otra vez.

El cubano le pegó de manera soberbia a un tiro libre desde afuera del área que se metió en el ángulo derecho del marco de Cruz, que se lanzó solo para hacer más espectacular el pepino.

La primera parte perfectamente pudo terminar en goleada escandalosa si Allen Quirós pita un penal claro de Ricardo Blanco Sobre Jeikel Venegas en un mano a mano.

El réferi solo sirvió para expulsar a Hernán Medford en el primer tiempo, porque le salvó la vida al argentino Esteban Espíndola, quien debió jalar expulsado luego de una barrida salvaje sobre Andy Reyes. La amarilla le salió baratísima.

Pero para el segundo tiempo a “Espi” ya no lo pudieron perdonar. Ahora le sacó la dientona a Ronald Mauricio Montero, por lo que vio la roja a los 52 minutos.

Por tapar la torta del che, Paté tuvo que sacar a Marvin Angulo para meter a Johnny Acosta, lo que debilitó la media morada, en una noche que no les salió ni la Segua.

El show de horror morado siguió con un penal de Aubrey David sobre Reyes, una falta que no dio lugar a dudas y que Montero anotó con un remate al lado derecho.

¿Por qué no lo tiró Marcel?, el hombre es de tan buen corazón que sacrificó un triplete para dárselo a un compañero, ¡ve qué buen padre es!

Luego entraron Allen Guevara y Byron Bonilla, el Cusuco en la primera que tuvo la pegó en el palo y daba la sensación que el Monstruo se iba a llevar seis o siete, ya entregados.

Al final solo fueron cuatro porque Cartaginés así lo quiso, porque después del gol de Montero los visitantes fallaron a granel, pero ya el daño estaba hecho.

Como ven, el examen de paternidad de Marcel no es necesario.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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