Marcel Hernández reconoció que el covid y una lesión lo afectaron en la semifinal ante Saprissa

El delantero de Alajuelense Marcel Hernández explicó por qué se vio tan ralito en la semifinal ante Saprissa y reconoció que lo que le pasó a Alajuelense ante los morados fue un fracaso.

Las declaraciones las dio el artillero cubano este jueves en el programa “120 Minutos” de radio Monumental.

En cuanto a su mal momento deportivo en una etapa clave para los manudos, Marcel lo justificó al comentar que hubo un factor físico y otro mental que incidieron negativamente en su rendimiento.

Todo empezó, según el cubano, cuando le negaron la salida para viajar con Alajuelense a Atlanta, debido al proceso judicial que se le sigue por una supuesta violación, para disputar el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga Concacaf.

“Entendía que luego del primer partido podíamos sacar la serie, estaba convencido de eso porque yo podía hacerles daño. Uno queda tocado mentalmente.

“Luego, en la parte final (del torneo), me golpea una lesión durante casi trece días y el día que me dan el alta me cayó el covid. Llegué a semifinales y no era cualquier rival”, expresó.

Agregó que al final estuvo 24 días fuera de las canchas, lo cual le pasó factura.

“Soy un jugador que por torneo juego más de 1600 minutos y no suelo lesionarme, pero me lesioné y eso sicológicamente me afectó, eso me tocó más. Sería ilógico decir que eso no golpea cuando estuve 24 días parado. Obviamente eso me golpeó en lo sicológico, lo mental y lo anímico. Hay momentos para volver y agarrar confianza, pero entré directo (semifinal) y aunque creo que pude hacer más, hice bien el trabajo que el profe quería, pese a las limitaciones que tenía”, reconoció.

Agregó que el covid le dio bastante fuerte y que estuvo once días en cama debido al virus.

“Fue bien duro, no pensé que me daría así de duro y fue como al quinto día que me pude bañar, no me podía parar de la cama, tuve personas a la par que me ayudaron.

“Tenía dolor de cabeza, me sentía cansado. No perdí el olfato ni el gusto, pero tenía dolor de espalda, en las articulaciones y el dolor de cabeza era mortal. Si me levantaba de la cama me cansaba”, mencionó.

Sobre la semifinal perdida ante Saprissa, Hernández comentó que al grupo le quedó un sinsabor de no ganar el título. El camerino se llenó de tristeza y dolor.

“El objetivo del grupo era quedar campeón, por lo que al final la conclusión es de fracaso, pero hay que sacar el lado positivo de lo que pasó y pensar en lo que viene. Fue un golpe duro para todos.

“Sabíamos que al final las 22 fechas no iban a ser suficientes, era jugarse la vida en esos dos partidos, y luego en una final, no había mañana. Son cosas que suceden en el fútbol que nos deja enseñanzas a todos”, destacó.