Los saprissistas quedaron amargados después de ver a su equipo empatar (1-1) ante San Carlos, y esa amargura tiene nombres y apellidos: Marco Madrigal y Álvaro Saborío.
Los norteños también quedaron con un sin sabor porque aseguran que tenían los tres puntos en la bolsa, pero por un descuido los dejaron ir.
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La Cueva no pesa y preocupa que de los últimos dos juegos el Sapri apenas ha arañado un par de empates (Pérez Zeledón y los toros del norte).
Madrigal realizó un gran trabajo, para muestra el tapadón que se jaló al minuto 88 cuando Rubilio Castillo le cabeceó a bocajarro, era la victoria morada. El gol de Sabo, apenas al minuto 14, marcó el resto del juego porque puso a los de casa contra las cuerdas.
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“Fue un gran pase de Cristian, por dicha pude poner en ventaja al equipo. Sabemos que Saprissa es un gran equipo y aquí en su casa son muy fuertes. Salimos satisfechos, pero no contentos”, comentó Álvaro
“Vamos a seguir ahí, este equipo es más contundente que el del año pasado, tenemos más presencia, la verdad tenemos esa hambre para hacer cosas importantes y esperamos no dejarla ir, la idea es ir a cualquier lugar a jugar, ir a cualquier cancha e imponer nuestro ritmo y hoy se notó”, agregó.
Saborío lleva tres juegos seguidos anotándole al Monstruo.
“Merecíamos la victoria, pero esto no es de merecer, es de hacer goles o defenderlos. La idea es tener la confianza de que el equipo está haciendo las cosas bien y pelear el primer lugar” comentó el goleador.