El técnico de Guanacasteca, Minor Díaz, lloró al ver que logró el objetivo de ascender a su equipo a la primera división.
El nicoyano dice que por su mente pasaron muchas cosas tras derrotar 3-2 a Puntarenas el jueves, pues hace un año, al irse de vacaciones a su pueblo natal, le dieron la sorpresa de que lo querían como entrenador del equipo.
“Claro que lloré, se me juntaron muchas cosas. Hace un año no me pasaba por la mente dirigir al equipo y cuando Yosimar (Arias) me llamó para preguntarme si quería ser el entrenador todo se dio muy rápido, el contrato lo arreglamos en 5 minutos y el tiempo de Dios es perfecto.
“Fue un año muy duro, dejé pasar oportunidades con equipos de primera división y preferí quedarme acá. No me arrepiento para nada, tomé la mejor decisión, perdí dinero, pero la satisfacción no se cambia. Es el equipo de la provincia, un equipo al que queremos mucho y siendo profeta en mi tierra se logró el regreso a primera”, aseguró con orgullo.
Para el entrenador, este regreso a la máxima categoría es muy especial.
“Teníamos 17 años de estar en segunda y el equipo nunca descendió, sino que se llevaron la franquicia. Hay mucha gente que no ha visto al club en primera división, que han esperado años para disfrutar este momento, tenemos una afición con mucha identidad”, afirmó.
Exigente
Más tranquilo y desde la comodidad de su casa, en Mansión de Nicoya, Díaz manifestó que nunca dudó en que podrían obtener el título de Clausura y que el ser más exigente con sus muchachos dio el resultado esperado.
“Sabíamos que no habíamos ganado nada (por haber obtenido el Apertura), normalmente el Clausura es más duro, todos los equipos se refuerzan. Estoy agradecido con los jugadores, porque han sido muy valientes y este ascenso es producto del trabajo que hicieron.
“Nuca dudamos que teníamos la capacidad de ganar, somos un equipo con carácter, en el que si los resultados no nos acompañaban, teníamos la capacidad para ir a revertir fuera de casa y así pasó con Barrio México y ahora con Puntarenas”, añadió.
El técnico insistió en que una de las claves del éxito fue el trabajo constante.
“A mí me gusta la competencia de los jugadores que trabajan de lunes a domingo para ganarse un puesto y esa constancia hoy la disfrutamos”, comentó.
Minor, además, nos confesó cómo se sentía antes del juego de vuelta ante los chuchequeros.
“Sentía ansias porque esperaba que llegara, más que el partido se había suspendido el 15 de mayo, es mentira que uno no siente un cosquilleo, los que estamos en el mundo del fútbol siempre lo sentimos.
“Tenemos un equipo muy maduro, en la última charla que di en Nicoya les dije a los muchachos que saldríamos como un equipo de segunda y regresaríamos como un equipo de primera”, dijo.
Quiere seguir
El contrato de Díaz finalizó el jueves, cuando el equipo terminó de jugar la Liga de Ascenso.
“Me quiero quedar, porque es un proyecto que nos ha costado mucho. Ayer (jueves) me comunicaron el sentir de que quieren que me quede con el nuevo proyecto y nos reuniremos entre lunes y martes.
“Algo que me motivó a regresar fue que me fui de Nicoya a los 15 años para buscar un proyecto en el fútbol, dejé a mis padres y estuve 25 años largo de ellos, me perdí cumpleaños, celebraciones como el Día del Padre, Día de la Madre y ahora los tengo a 10 minutos, si quiero almorzar todos los días con ellos lo puedo hacer, los disfruto mucho”, destacó.