Luego de que Saprissa se adueñara del título del Clausura, a mitad de semana, a los aficionados morados que hace unas semanas le tiraban con todo al Monstruo les volvió el amor hacia su equipo.

Atrás quedaron reclamos, cóleras y hasta los deseos de dejar de ser socios del equipo, porque con la copa en mano, el Monstruo reconquistó a sus seguidores y los aficionados no caben de la felicidad por la obtención de la 36.

Pablo González tiene 25 años y es socio morado desde el 2018. El año pasado perdió su membresía porque estaba corto de plata por la pandemia y estaba esperando el momento para renovar su espacio en la gradería sol sur, pero cuando comenzaron a darse los malos resultados, el estudiante se enojó con el equipo.

“Perdí la membresía antes de que se diera la pandemia y luego del clásico del 18 de abril, donde nos golearon 5-0, unos amigos y yo que vamos al estadio juntos decidimos no renovar.

“Saprissa es mi pasión, pero estaba muy dolido por lo que estaba pasando, había un sentimiento de pesimismo en la afición, eso fue lo más duro que ha vivido un morado”, destacó.

Este estudiante, vecino de Barreal de Heredia, comentó que conforme Saprissa iba mejorando en el torneo él y sus amigos valoraban la posibilidad de renovar sus membresías.

“Viendo el sentimiento de victoria tuvimos claridad en que debíamos seguir apoyando. Creo que la mayoría de los morados pensábamos que el equipo no merecía pasar a semifinales por la forma en la que estaban jugando, pero por supuesto nos sentimos felices por el campeonato.

“En mi familia hay liguistas y morados y para nosotros los morados fue demasiado, no hay palabras para explicar lo que uno siente, cuando dejamos fuera a la Liga de la serie y la obtención del título. Ya hasta compré la camisa del título 36″, afirmó orgulloso.

Orgullo morado

Steven Bolaños es saprissista, pero es un aficionado realista. Durante la primera fase del torneo estaba bien chiva con el equipo porque no pegaban una, pero pese a eso, conservó la fe.

“En enero tenía que renovar la membresía, soy socio desde hace dos años y al inicio no quería hacerlo, porque el equipo había perdido contra Herediano (semifinales del Apertura). Pero en Saprissa se comunicaron conmigo, me ofrecieron un descuento y me endulzaron el oído y al final renové porque tengo la esperanza de volver al estadio.

“También me dijeron que a los socios les harán una placa como reconocimiento y se hará un mural con los nombres de esos aficionados que han estado ahí y me ilusioné con la idea de ver mi nombre en el mural”, dijo.

Bolaños manifestó que para nadie es un secreto que el Monstruo de los últimos meses no es el que le gusta ver, pero en instancias finales, Saprissa es Saprissa y saca a relucir ese ADN morado.

“Hubo mucha mofa, muchos sectores no daban un cinco por Saprissa, pero los jugadores se armaron de valor y no se puede dar por muerto al equipo.

“Yo renové porque tenía la esperanza de ver un mejor Saprissa, los primeros partidos no eran los mejores, pero no me arrepiento porque pago por un servicio y aunque ahorita no lo puedo aprovechar, mi amor por Saprissa va más allá”, destacó.

Steven no escatima cuando se trata del Monstruo y apenas los morados obtuvieron el título, salió corriendo a comprar la chema de la 36. Este aficionado quedó como loco con la nueva prenda, le encantó.

“Espero que para este torneo que viene los jugadores tengan la misma actitud de la final, ese carácter que tuvo en las finales, nosotros somos morados y sabemos que tienen ese carácter, pero no sabíamos en dónde estaba.

“Uno que sigue a Saprissa desde hace tiempo, sabe que el club tiene ese plus que no tienen los demás, hubo momentos en los que me agüevé mucho porque era un Saprissa desconocido para mí, en mis 26 años nunca había visto al equipo así, pero estaba esperando un cambio y llegó.

“Todos los títulos me saben rico, pero más este por todo el menosprecio que hubo de ciertos sectores de la sociedad”, añadió.