Eternizada en el minuto 85 con 49 segundos, la imagen paralizó no solo a Neymar, sino también a buena parte del planeta: el colombiano Camilo Zúñiga había clavado la rodilla derecha en su espalda, fracturándole una vértebra y borrándolo del Mundial de Brasil 2014.
Era su primera vez en una Copa del Mundo y la aventura terminaba de manera trágica. “El doctor me examinó y me comentó que tenía dos noticias, una buena y una mala. Le pedí que primero me diera la mala. ‘Estás fuera de la copa...’, dijo. Ya llorando le pregunté por la buena.
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‘Si hubiera sido dos centímetros al lado, no volverías a caminar...’. Después vino mi papá. Un día desperté en medio de la noche y lo vi llorando. Le pregunté por qué y me dijo ‘daría la vida para que pudieras volver a jugar este Mundial, porque era tu sueño y el de esta familia...’”, recordó el ‘10′ a propósito de esa jornada por los cuartos de final. “Ney” no estuvo en el fatal 1-7 ante Alemania en las semifinales.
Cuatro años después, la revancha. Más maduro, repuesto físicamente y convertido en el jugador más caro de la historia, pues el PSG canceló más de 200 millones de dólares por su carta, encaró el Mundial de Rusia con la obsesión de alcanzar la venganza futbolística. Y no pudo.
Los cuartos de final fueron el techo para Brasil y Neymar: Bélgica provocó el adiós prematuro y lágrimas de pena. Lo acusaron, incluso, de exagerar las caídas ante el más mínimo contacto. “Es patético cuando rueda por el aire y finge estar en agonía. ¿Por qué siente la necesidad de hacer esto?”, disparó Alan Shearer, exdelantero de Inglaterra.
Cerrar un libro para abrir otro; muchas cosas sucedieron entre la eliminación en Kazán y Qatar 2022: quiso volver a Barcelona, pero no pudo, y fue perdiendo protagonismo con la llegada de Lionel Messi y la confirmación de Kylian Mbappé como súper clase. Para empeorar las cosas, el Mundial en territorio árabe le deparó un esguince en el tobillo derecho que lo borró de los últimos dos partidos de la fase de grupos.
Pero volvió en la ronda de eliminación directa y resultó fundamental en el 4-1 sobre Corea del Sur: fue el cerebro de un equipo que necesitó media hora para liquidar la serie y anotó un gol. Suma 76 con la polera verdeamarela y está a solo uno de Pelé en la carrera por ser el goleador histórico de los pentacampeones.
“Empezó bien, pero lastimarse tan pronto le afectó mucho. Quizás por eso se ha visto un Neymar algo regular, no ha estado todo lo brillante que se le conoce. Igual debe influir, también, que viene de la competencia europea que es dura, y además los años van afectando”, cuenta Jorge Aravena, exvolante de la Roja que en 1991 defendió a la Portuguesa de São Paulo.
“Si Brasil repite el primer tiempo que jugó ante Corea, pues no habrá mucho que decir. Ese día estuvieron inspiradísimos. Y Neymar, sin brillar tanto individualmente, se notó que está jugando más para el equipo. ¿El récord de Pelé? Los récords están para romperse. Quizás sea ante Croacia, quizás después. Pero es cosa de tiempo. Seguramente lo va a pasar”, postula Jorge Barrios, mundialista de Uruguay en México 1986.
El sueño balcánico
La Croacia de Luka Modric será el último estorbo para que Neymar pueda, de una buena vez, jugar en las semifinales de una Copa del Mundo. El técnico de los balcánicos, Zlatko Dalic, dijo que el equipo “está de vuelta”, a propósito del rendimiento que está mostrando en Qatar. Y agregó: “Brasil es favorito, tiene confianza, un gran ambiente y jugadores de primera, pero creo que podemos generarles problemas. Presionarlos no es muy inteligente, darles demasiado espacio, tampoco.
Las posibilidades no son del 50 y 50, pero no es una situación en la que hayamos llegado hasta aquí por casualidad... Jugaremos ante la selección más fuerte y mejor del torneo. Cuando miras a los jugadores, da miedo. Tenemos una gran prueba por delante. Necesitaremos empezar bien el partido. No hay nada que temer. Queremos disfrutar”.
El choque entre croatas y brasileños es este viernes a las 9:00 a.m en horario costarricense.