Dicen sus primeros entrenadores que a Neymar le costaba soltar el balón desde que era un güila. Él recibía, regateaba a medio equipo, anotaba y volvía a empezar. Nadie alcanzaba a este chico eléctrico que nunca quiso ser uno más.
Tampoco lo fue en Rusia, donde disparó, dribló y sufrió más faltas que nadie en la fase de grupos, aunque solo anotó un pepino.
Ahora, con Messi y Cristiano Ronaldo de vuelta a casa, hay un trono vacío en Moscú, pero el brasileño tendrá que acelerar si quiere apropiarse de este Mundial enloquecido al que el precoz Mbappé ya le ha echado una mano.
Pese a que se ha esforzado en repetir que ser el mejor del planeta no es una obsesión para él, Ney sacrificó todo por estar en esta Copa y brillar en duelos como los octavos de este lunes ante México
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Tras lesionarse a finales de febrero, dejó a sus millonarios jefes plantados en París y se marchó a Brasil para que le operara el médico de la Seleçao, arrancando una recuperación contrarreloj para llegar a Rusia.
No puede decirse, sin embargo, que el jugador más caro del mundo haya buscado la sombra, ni dentro ni fuera del campo.
El hiperactivo Neymar fue el futbolista que más disparó en toda la fase de grupos (17 lanzamientos, un gol), según las estadísticas de la FIFA, por delante de Cristiano Ronaldo (15 disparos y cuatro tantos), Toni Kroos (15 y un gol) o Messi (14 y un tanto). Ninguno está actualmente en Rusia.
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Marca de la casa desde sus inicios en el fútbol sala, también fue el jugador que más dribló (42 regates, 18 con éxito), muy por encima de Messi, el segundo con 31/14, o el español Isco (28/16).
Un exceso de individualismo muy criticado tras el decepcionante debut contra Suiza (1-1), cuando se vio a un Neymar poco fino y perdido por la banda izquierda, pero que se comenzó a suavizar después ante Costa Rica en la victoria de 2-0.
Fue al final de aquel partido, tras conseguir el gol liberador que tanto había buscado, cuando se desplomó llorando en la cancha, dejando una imagen descontrolada que dio la vuelta al mundo.
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“No voy a quitar la característica de Neymar de ser transgresor (...) ¿Usar el último tercio? Ve para dentro, finta, eso es una característica del fútbol brasileño y no se la voy a quitar”, comentó Tite.
Superado el trauma del gol, se vio a un Ney más participativo y afinado frente a Serbia, donde fue el autor del saque directo a la cabeza de Thiago Silva para el 2-0 y potenció sus asociaciones con Coutinho.
”Él está marcando la diferencia, en el primer partido todos pueden haber hecho un juego regular, pero él ya demostró estar más suelto contra Serbia, hizo un gran juego, sabe manejarlo bien, por eso él es Neymar, el gran jugador de Brasil”, le elogió después Casemiro.
Siempre en el punto de mira, el delantero fue también quien más faltas se llevó de la fase de grupos (17), por las 13 que sufrió Cristiano o las 12 de Messi. Mientras, él vio una amarilla contra Costa Rica, que le dejó a otra de perderse unos eventuales cuartos de final.
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Aunque las recurrentes caídas del brasileño, víctima de una cacería para unos y muy exagerado para otros no tardaron en convertirse en un debate global al que se apuntó incluso Eric Cantona, quien le dedicó un ácido video dándole consejos interpretativos
Y en México lo tienen fichado.
“Todos lo conocemos, no me corresponde a mí juzgarlo... Pero ahora con el VAR lo tienen que ver, saberlo manejar... Le gusta exagerar las faltas, tirarse muchísimo, es su estilo. Tiene que juzgar el árbitro y en cierta manera poner un alto”, señaló el centrocampista Andrés Guardado.
El mundo volverá a estar pendiente de Ney este lunes, cuando le toque responder al reto que le lanzó su compañero Mbappé con su soberbio doblete ante Argentina, y que le valió incluso la felicitación de O Rei Pelé.