No hay peor cuña que la del mismo palo. El lateral Achraf Hakimi, nacido y criado en Madrid, anotó el penal decisivo de la histórica clasificación de Marruecos a cuartos de final del Mundial ante España, su país de adopción.
Fue un exquisito remate a lo Panenka, suave, al medio del arco, ante un Unai Simón que se lanzó hacia su derecha y observó, indefenso, como el balón ingresó mansamente y desató la locura en el estadio Education City, en Doha, atestado de marroquíes.
Un penal que entró en la historia del fútbol de esta nación del norte de África que, por primera vez, avanza a cuartos de final de un Mundial.
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“Merecemos escribir esta página de la historia”, había pronosticado el lateral del París Saint-Germain, de 24 años, tras la victoria por 2-1 ante Canadá.
Y es que Marruecos es la única selección árabe que logró avanzar a la segunda ronda del torneo, y sigue escribiendo páginas gloriosas con su clasificación a cuartos de final.
“Lograr algo grande con tu país es mejor que con tu club. Joven, vi a la última generación que había jugado el Mundial, y soñaba con ser como ellos”, destacó Hakimi.
De promesa a realidad
Hijo de padres marroquíes afincados en España en la década de 1980, Hakimi nació en Getafe, en el barrio de Las Margaritas.
Hablante perfecto de español, casado con una actriz española (Hiba Abouk), comenzó en el fútbol en Ofigevi, luego se incorporó rápidamente al centro de entrenamiento del Real Madrid, donde realizó todas sus categorías juveniles e incluso llegó a disputar varios partidos en el primer equipo, pero no tuvo continuidad.
Entonces inició un periplo de alto nivel con el Borussia Dortmund en el 2018. Luego pasó por el Inter de Milán y fichó por el PSG, al que llegó por unos 70 millones de euros (₡44 mil millones) y en el que cumple su segunda temporada.
Incluso, pasó brevemente por la selección juvenil española, pero se dio cuenta de que no era “el sitio adecuado” para él: “No me sentía como en casa”, confió el jugador en una entrevista al diario deportivo español Marca.
Hoy, su gigantesca silueta brilla en los rascacielos de West Bay, el famoso ‘skyline’ de la bahía de Doha, junto con otros referentes como Luka Modric, Neymar o Pedri.