Decir que a Paulo César Wanchope le montaron la cama porque Saprissa goleó a Sporting 4-0 en el regreso de Vladimir Quesada es un análisis bastante básico.
Primero, decir eso sería pensar que los problemas de Saprissa ya están resueltos, que con los jugadores que tiene puede competir sin problema para ganar la Centroamericana, el torneo nacional y hasta hacer una presentación decorosa en la Concachampinos y todos sabemos que eso no es así.
Además, los invito a recordar el primer partido de Saprissa con Chope al mando, ganó 3-0 a San Carlos en la Cueva con baile incluido y aquella vez muchos también se dejaron decir que los jugadores le montaron la cama a José Giacone y ya sabemos cómo terminó la historia.
El problema de Saprissa no es de técnico, no dudo que exista la posibilidad de que hay jugadores que no estaban conformes con Wanchope, que no les gustó la forma profesional (exigente) de trabajar del exdelantero de la Premier y que prefieren el estilo aparentemente relajado de Vladimir Quesada, pero al final son casi los mismos futbolistas que provocaron el despido de Vla hace un año, de Giacone después y ahora de Chope.
Lo que vimos ante Sporting no es más que la mezcla del impulso por el cambio de técnico con la desidia y malura del club paveño, a ese equipo le gana cualquiera, es, hasta la fecha, el más malo del torneo.
Sería un error muy grande de Saprissa pensar que con quitar a Chope y poner a Vladimir el problema está resuelto.
Hay un grupo de jugadores que ya no rendía con Vladimir hace un año, que no rindieron con Giacone y menos con Wanchope, no es casualidad, ahí es donde tienen que meter el bisturí, de lo contrario difícilmente las cosas van a cambiar.
Se viene un reto duro para Saprissa el martes ante Motagua, si me preguntan a mí, lo va a sacar adelante, sufriendo, pero la Cueva pesa, pero si no cambian muchas cosas dudo que el impulso dé para mucho más.