Este martes me desperté con una noticia que me dejó más preguntas que respuestas: “Saprissa despidió a Mauricio Wright”.
¿Por qué no despedirlo inmediatamente después de la derrota ante Comunicaciones para que el nuevo técnico aprovechara al máximo el parón del torneo para acomodarse? ¿Cómo me explica la directiva que despidiera a un técnico que apenas hace 5 meses ratificó? ¿No era entonces mejor poner al técnico extranjero que supuestamente ya casi tenían firmado? ¿Por qué volarse al entrenador y no a jugadores que ya han demostrado una y otra vez, por años, que no pueden con el peso de la camisa morada?
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Pero bueno, como dicen, ya lo hecho, hecho está. Ya nada puede devolver el tiempo para borrar el ridículo en Liga Concacaf, pero en el torneo nacional seguimos con vida y estamos clasificados a Concachampions. Y ya no podemos seguir con esa jugadera, solo este año hemos despedido a tres técnicos (Wálter Centeno, Roy Myers y Mauricio Wright).
Entonces, ¿a quién poner para darle estabilidad al banquillo?
No tengo la menor duda: Jorge Luis Pinto Afanador. Sí, no lo escondo, soy “pintolover”, pero lo soy porque tengo claro que es un gran entrenador y, sobre todo, exigente, algo que es clave para sacarle el máximo potencial al futbolista tico.
Pinto ya demostró lo que puede hacer en clubes (que lo digan en Alajuelense) y ni qué decir en la selección, ya que nos guió a nuestra mejor presentación mundialista.
Siempre he creído que lo de Brasil fue un 60%, o incluso más, gracias al técnico colombiano, quien estudió a fondo a los rivales, preparó con precisión cada duelo y le sacó el máximo provecho a cada jugador.
Para probar eso les hago estas preguntas: ¿Por qué nos fue tan mal en Rusia 2018 si era la misma base y los jugadores aún no eran tan veteranos? ¿O por qué en Corea y Japón 2002, cuando en mi opinión teníamos una selección más completa, no nos fue tan bien? La respuesta es fácil, no teníamos un entrenador como Pinto.
Creo que el colombiano está en un momento en que llegar a un club y hacerlo triunfar podría darle un nuevo aire a su carrera y qué mejor que hacerlo con el más grande de un país que ama tanto como Costa Rica. Es una relación ganar-ganar, como dicen ahora.
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Ahí se la dejo, don Juan Carlos Rojas, ya es hora de dar un salto de calidad y Pinto es una gran opción para no solo ser campeones, sino para volver a la grandeza que siempre nos ha caracterizado.
Hay otras opciones, Guima o el mismo Óscar Ramírez tampoco serían malas ideas, pero yo ya me casé con el cafetero.
Pero, por favor, de corazón se los pido, que no sea Hernán Medford, no es lo que necesita el equipo, no decidamos pensando en glorias pasadas.