El debut de Shirley Cruz con los colores rojinegros fue espectacular. La goleada fue de locura, 7 a 1 les metieron las manudas al Dimas de Escazú el pasado viernes. Y para comenzar como Dios manda, Shirley abrió el marcador a los cinco minutos tras aprovechar un rebote de la guardameta de las brujitas y anotó de cabeza.
El comportamiento de la gramilla del Morera Soto estuvo a la altura para que Shirley corriera mostrando su talento, a pesar de que el césped tragó agua a cántaros desde las seis de la tarde y cuando terminó el partido la cancha todavía era apta para seguir jugando.
La intensa lluvia fue insuficiente para opacar o enfriar el regreso de Shirley tras 14 años de ausencia en el fútbol tico, cuya carrera ha transcurrido mayormente en el fútbol internacional.
Y como siempre ocurre, lo mejor quedó para el final. A pesar de que todo cuadró perfecto para el estreno de la futbolista.
Las jugadoras le aplaudieron a la afición que llegara a apoyarlas a pesar del agua y Shirley, sin importarle el cansancio ni la soberana empapada, se quedó largo rato complaciendo con saludos, sonrisas y selfis a los aficionados.
Nunca un mal modo, nunca un rechazo hacia nadie, qué diferente al comportamiento de los futbolistas, sobre todo los seleccionados. Prepotentes, juega de vivos, mal encarados, y en el terreno de juego peliculeros y calculadores, mientras las mujeres son toda entrega, pundonor y coraje.
Gracias Shirley, gracias mujeres, por regalarnos en cada jornada del fútbol femenino la esencia de este bello deporte.