“Sería una vergüenza para el país que nuestra representación nacional, bajo un estricto protocolo donde se paga una avión privado para viajar en burbuja no lo pueda hacer, y que se le permita a un turista ingresar al país simplemente con una prueba PCR”, dijo Rodolfo Villalobos, presidente de la Fedefútbol.
La molestia de Villalobos es porque el gobierno no ha autorizado que la Sele pueda ir al foguero en el Azteca.
El protocolo que propone la Federación es con la finalidad de que los jugadores no tengan que hacer los 14 días de cuarentena al regresar al país, lo que molesta a los clubes.
Vergüenza debería darle a Villalobos por la presión que ejerce cuando este lunes se reportaron 39 fallecidos por covid-19 en 48 horas y ya sumamos 745 decesos, 1890 contagiados, los hospitales al borde del colapso y 9 funcionarios de Salud, los que están en la primera línea contra el coronavirus, han dado su vida.
¿Qué han aportado la Federación y sus distintas ligas a combatir esta guerra? ¿Acaso se han unido los seleccionados, que tienen tantos seguidores, a hacer un llamado, en conjunto con el Ministerio de Salud, a la precaución?
¿Por qué no montan campañas de donación de mascarillas y alcohol en gel?
Extraña tanta lloradera de Villalobos si él mismo ha reconocido que el partido dejará pérdidas. ¿En una situación económica tan difícil es atinado meterse en una aventura en la que hay que soltar plata?
Por todo lado que se vea saldrá más caro el caldo que los huevos, porque además el covid-19 está alborotado entre varios jugadores de la Liga MX, pero para Villalobos es una vergüenza no ir. Con razón doña Marjorie Sibaja salió huyendo.