Anssumane “Ansu” Fati se ha convertido en la revelación del club azulgrana, nada más y nada menos que al lado del argentino Lionel Messi, gracias a su increíble talento y capacidad goleadora.

El joven delantero, de 16 años y quien nació en Guinea-Bissau, debutó el 25 de agosto contra el Betis y solo le bastó una semana para marcar su primero gol. Al terminar ese partido Messi lo abrazó, demostrándole su apoyo y dándole la “bendición”.

Desde muy pequeño, a la edad de 6 años, se trasladó de su país natal a España. En la localidad de Sevilla fue donde comenzó a jugar al fútbol en el equipo de D.F Herrera. Años más tarde, en 2010, se incorporó al Sevilla F.C.

Su padre Bori Fati no había descubierto el talento por falta de tiempo, ya que pasaba breteando. En África solo lo vio un par de veces en mejengas callejeros y supuso que solo “peloteaba”. Fue cuando vecinos y amigos de su hijo le contaron el talento asombroso de su hijo.

El padre de Ansu también tiene sangre futbolera, ya que jugó de manera semiprofesional en el Benfica de Bissau hasta que su esposa, Lourdes Vieira, quedó embarazada en 1998. El pequeño que venía en camino era Braima, hermano mayor de Ansu, que también perteneció al Barcelona cuando tenía 10 años.

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La familia Fati estuvo en Portugal buscando una mejor posición económica, pero en 2001 decidieron volver a España. El padre había conseguido empleo en la construcción de la línea AVE entre Córdoba y Málaga, se radicaron en Herrera y no se movieron más.

El carácter amable de Bori Fati lo identificaba y le hacía ganarse el cariño de sus vecinos, que lo ayudaron en cuanto pudieron. Se ofrecía para todos los empleos posibles por su mala situación económica. Fue hasta 2008 que terminó trabajando como chofer para el alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo y pudo reencontrarse con su familia, con una mejor estabilidad económica.

El talento de Ansu lo cambió todo

El talento de Ansu era innegable y todo el mundo sabía que sería una estrella.

Pablo Blanco, director de la cantera del Sevilla ofreció llevárselo, tiempo después pasó lo mismo con el del Barcelona, Albert Puig y el del Real Madrid, Paco Gracia.

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Su padre reveló que aunque el Real Madrid le ofrecía mejores condiciones en cuanto a dinero y alojamiento, escogió al Barcelona porque Valdebebas no tenía residencia y no quería que su hijo se perdiera al salir por las calles con tan solo 9 años de edad.

En 2015 las cosas se pusieron difíciles para Ansu, que tuvo una lesión en la tibia que lo obligó a parar durante 10 meses. Ahora eso es historia, Fati ha demostrado ser un jugador completo con mucho talento, que da la cara por el equipo y a quien no le gusta llevarse el protagonismo.

El muchacho prefiere el bajo perfil, aunque ahora esté en boca de todos los fanáticos del deporte, que dicen que podría ser el sustituto de Messi.