Saúl "Canelo" Álvarez y Julio César Chávez Jr. subirán este sábado al cuadrilátero en Las Vegas para exorcizar fantasmas propios en una pelea que mantiene en vilo a millones de aficionados del boxeo en México y Estados Unidos.
Canelo y Chávez Junior se medirán en la Arena de Las Vegas en una pelea de los pesos supermedianos que, aunque no tiene títulos en juego, está considerada como la más importante del boxeo latinoamericano para 2017.
Hasta la fecha se ha vendido toda la boletería, y se espera una venta de casi un millón de transmisiones de pague por ver en televisión, negocio redondo que sirve como parte a la celebración mexicana del Cinco de Mayo.
Y es que el resultado de esta contienda servirá para aclarar el panorama del pugilismo mexicano, ya que Álvarez (48-1-1) y Chávez Jr. (50-2-1) representan corrientes distintas pero no distantes dentro del boxeo.
Se han convertido en una especie de ídolos para sus compatriotas, que los culpan de todo lo bueno y lo malo que pasa en el boxeo.
Pelea por el orgullo
El Canelo es el boxeador más taquillero del momento, capaz de meter cincuenta mil personas en un estadio, aunque sus detractores lo acusan de considerarse el número uno del mundo y huirle a un pleito con el kazajo Gennady Golovkin , considerado el mejor peleador de su categoría.
Por su parte, Chávez Jr. debe soportar a diario las comparaciones con su padre, considerado el mejor boxeador en la historia de México, y ha navegado entre escándalos y suspensiones que lo dejaron al borde del retiro en más de una oportunidad.
Es decir, ambos arrastran tantas pasiones como fantasmas. Es por eso que esta cita en el ring es propicia para que ambos salden cuentas con sus pasados.
Un pleito pactado en 164 libras y con una multa de un millón de dólares (¢567 millones) para quien no pueda vencer la báscula, es solamente el preámbulo para una cita que no necesita cinturones de por medio para ser el suceso boxístico del 2017.
De hecho, el Canelo inició la semana con la noticia de que no aceptaría un cinturón conmemorativo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), si gana este combate.
"Esta es simplemente la pelea que la gente quería ver. Más que títulos, esta es una cuestión de orgullo. Pasó mucho tiempo para hacerse y ahora vamos a hacer historia", afirmó Álvarez, que es manejado por otro antagonista del clan Chávez, el Golden Boy Oscar de la Hoya.
Para el heredero de los Chávez, una victoria sobre Álvarez le daría el respeto que cree merecer en este deporte.
"No quiero ser el hijo de Julio César Chávez, quiero ser el nuevo Julio César Chávez. Mi vida no ha sido fácil como la gente cree y es tiempo de retomar mi lugar en el boxeo", dijo Chávez hijo.