Pifia de Allen Guevara y colmillo de Giacone aterrizan al Cartaginés

Primer minuto del segundo tiempo, Jeikel Venegas arranca por la banda, ingresa al área haciéndole la jugada del tonto, casi en un ladrillo, a un defensor jicaraleño y se la sirve en bandeja de plata al Cusuco Allen Guevara.

El volante estaba solito con todo el marco de frente, para que firmara el jugadón y matara el partido 3 - 1 a favor de los brumosos, pero se la comió. Lo que no es nuevo, porque con la Liga lo hizo muchas veces.

Al final Cartaginés y Jicaral empataron a dos tantos en el Fello Meza.

Eso sí, más allá de señalar defectos o problemas en el Cartaginés, hay que darle crédito a Jicaral que desde que lo tomó José Giacone mejoró muchísimo en solo dos partidos.

Para muchos era posible esperar otra goleada brumosa, tal como le pasó a San Carlos y Limón en el estadio brumoso, pero fueron otros cien pesos, los porteños llegaron en otro plan, aunque los paperos desde el inicio se plantaron bonito.

La primera jugada de peligro se llevó de pollo a todos los que estaban en el estadio, un tiro libre de José Sosa que pareció que se metió en el ángulo de Kevin Briceño.

Los jugadores brumosos hasta hicieron la corrida para celebrar pero Nel pastel, sin embargo, era una muestra del planteamiento blanquiazul, por eso cuando abrieron el marcador apenas a los diez minutos, parecía que venía otra tandeada, porque los locales empezaron el partido apretando, tal como ha sido su sello este torneo.

Cristhopher Núñez recibió la pecosa de un rival, en una mala salida, exactamente en el punto de la mediacancha, se la llevó con rapidez, se la sirvió a Jeikel Venegas, quien remató, Kevin Briceño le tapó el remate, pero le volvió a quedar a Venegas quien le hizo un globito al arquero para que Núñez, quien siempre siguió la jugada, la metiera con el pecho.

Serenos. El gol temprano no aturdió ni desarmó a Jicaral, se mantuvo tranquilo y fiel a su juego como lo hizo el sábado pasado en el Saprissa.

A diferencia del juego en la Cueva en la que llevaba la pecosa al área, pero no lograba definir, esta vez sí concretó y a los 25 minutos anotó su primer gol en el torneo tras cinco juegos.

José Carlos Pérez lanzó un tiro libre al área desde la izquierda, William Fernández la cabeceó hacia atrás y luego apareció Esteban Cano con otro cabezazo para marcar el 1-1, otro mandamiento del fútbol, dos cabezazos en el área suelen acabar en gol.

Al minuto 41, cuando los brumosos más sufrían apareció su goleador, Marcel Hernández. Kevin Briceño despejó horrible un balón que tomó Núñez y se la dio rápido al cubano.

El caribeño quedó frente al área y le pegó fuerte; sin embargo hubo un desvío de Joaquín Aguirre y le cambió la trayectoria a la pecosa para que se fuera al fondo, muestra de que cuando un jugador anda encendido todo le sale bien.

Hernández llegó a siete pepinos en cinco partidos y es el goleador del torneo.

Librillo de Giacone. El segundo tiempo inició con el fallonazo de Guevara que ya describimos.

El horror del Cusuco se hizo más grande cuando al minuto 53 Jicaral empató en una jugada armada entre tres exbrumosos.

Pérez de nuevo en bola muerta mandó un centro al área, Aguirre la logró tocar apenas para que Giovanni Clunie definiera en el área pequeña.

Clunie no anotaba en el fútbol nacional desde el 18 de octubre del 2018, luego de regresar el semestre anterior a Tiquicia tras jugar en Japón y lo hizo ante su exequipo. ¡Así es el fútbol!

Con el empate el partido cayó en el terreno que a Jicaral le servía, muy cortado, de mucho roce y marca y con sus jugadores cayendo como conos cada cinco minutos. Los que más corrieron en el cierre del partido fueron los camilleros sacando a los visitantes.

Al final todo valió para que Jicaral sacara su primer punto del torneo, hiciera sus dos primeros pepinos y aterrizara un poco a los brumosos.