Los líderes políticos y los miembros de la realeza británica no aguantan nada y por eso no irán al Mundial de fútbol en Rusia, en protesta por el ataque con una sustancia tóxica contra un exespía ruso en suelo inglés, se informó oficialmente el miércoles.
La primera ministra Theresa May declaró el miércoles ante la Cámara de los Comunes que el intento de asesinar al exespía Sergei Skripal y su hija, en Salisbury, constituye “un uso ilegal de la fuerza por parte del Estado ruso” contra Gran Bretaña.
“Ante semejante ofensa contra nuestro país, esta relación (con Rusia) no puede seguir su rumbo actual”, expresó May.
Ello implica que líderes políticos y miembros de la realeza británica no irán al Mundial que se celebrará entre el 14 de junio y el 15 de julio en Rusia.
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May no mencionó la posibilidad de que la selección nacional inglesa boicotee el torneo, algo que algunos dirigentes han sugerido.
La Asociación de Fútbol de Inglaterra, cuyo presidente es el príncipe Guillermo, no ha formulado comentarios sobre las tensiones políticas entre Gran Bretaña y Rusia.
Líderes del fútbol ruso reaccionaron con indiferencia.
“No importa tanto que no vengan los líderes políticos, eso es problema de ellos”, dijo Nikolai Simonyan, vicepresidente de la Unión de Fútbol de Rusia, según la agencia noticiosa Interfax.
”Lo que importa es que venga el equipo, y el equipo quiere venir”, agregó.
Además, RIA Novosti Alexei Sorokine, al frente del comité de organización del Mundial 2018 dijo: “La elección de venir o no venir a la Copa del Mundo es de cada aficionado. No tendrá impacto en la calidad del torneo. Siempre hemos tenido la intención de organizarlo al más alto nivel”.
“Es una pena que todo el mundo no se adhiera al principio de dejar el fútbol fuera de la política”, añadió.