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Saprissa aguantó como Rocky, pero en el último golpe lo mandaron a la lona y dijo adiós a Concacaf

Saprissa quedó eliminado ante el Philadelphia Union tras un gran esfuerzo

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Saprissa - Philadelphia Union. Foto: Concacaf.com

En uno de los partidos más emotivos que hemos visto del Saprissa en mucho tiempo, el Monstruo luchó con todo lo que tuvo, como Rocky, el héroe de Filadelfia se partió la madre, pero al final no le alcanzó para eliminar al Philadelphia Union tras empatar 3-3 y quedar fuera por el global 6-5.

De nuevo los morados dijeron adiós en primera ronda en la Copa de Campeones de Concacaf, pero en esta ocasión hay que hacer la salvedad que fue muy diferente.

Que balazo fue ese primer tiempo, como un buen baile entre dos boxeadores que se intercambian golpes sin temor alguno ni procesos de estudio ni nada por el estilo, de una a lo que vinimos.

Desde que cayó Javon East en el área a los nueve minutos la acción no se detuvo, un penal clarito que el árbitro hondureño Selvin Brown tuvo que ir a chequear al VAR, pues en primera instancia no lo vio.

Fue hasta los 13 minutos que Luis Paradela pudo patear la falta, muy bien cobrada duro y arriba, no había mejor manera de empezar para los ticos, exactamente como se imaginaban muchos, lástima que apenas tres minutos después volvería a aparecer su gran pesadilla en la serie, el argentino Julián Carranza.

Un buen centro de Quinn Sullivan por la derecha cayó en la jupa del sudamericano para poner el 1-1 y su cuarto pepino en la serie luego del triplete que había marcado en la Cueva. Que poco le duró el gusto de la ventaja al Monstruo, la jugada la revisaron en el VAR, por si estaba metido, pero nel pastel.

La serie se resume en que lo que consiguió la S arriba lo perdía abajo y otra vez más rápido que ligero como les paso en Tibás en dos jugadas el rival los golpeó, los tiró a la lona y se puso al frente.

Saprissa - Philadelphia Union. Foto: Concacaf.com

Igualito que Rocky, pésima defensa y los golpes (goles) entraban como sin nada.

Un remate de Olivier Mbaizo lo rechazó Chamorro al centro, la defensa tica no puede despejar y en el rebote le quedó a Quinn Sullivan, quien con derechazo de borde externo puso el 2-1 en el partido y el 5-3 en la serie, un balde agua fría para el empuje morado.

A Saprissa hay que aplaudirle el corazón y entusiasmo, por más que las cosas se pusieron difíciles nunca bajó los brazos, igual que Rocky Balboa siempre se levantó y demostró las ganas de competir.

Ir al frente fue una constante y seguía tocado la puerta del meta alemán Oliver Semmle que sustituyó al jamaiquino Andre Blake, titular en Tibás, rendirse no estaba en su idea.

Cayó el 2-2 tras un tiro de esquina, Mariano la mandó a la olla, donde apareció Fidel Escobar de cabeza para tirarla al área pequeña y allí Warren Madrigal metió la derecha para mandarla al fondo al 28, otra jugada que el VAR revisó por si las moscas, pero estaba bien, juegue.

El primer tiempo era un faje de lujo a los manazos, puro Rocky y Apollo Creed, en menos de media hora dos goles por lado; sin embargo, se notaba que el ánimo y el optimismo se veía mejor del lado tico, pues estaba demostrando que en tierras gringas podía competir tal como se lo exige su historia.

Había con qué ilusionarse, conforme pasaba el tiempo los ticos demostraban que tenían todo para llevarse la serie y que el rival no era mejor, su juego, corazón y ganas iban conquistando hasta a los narradores de ESPN, quienes en reiteradas ocasiones dijeron que debían tener más goles.

El 2-2 se rompió en los botines del crack morado, de Mariano, que regaló un tiro libre pasando sobre la barrera al segundo palo que fue un escándalo, un golazo para ponerse de pie, aplaudir y poner el 3-2 que mandaba todo a los tiempos extras ante un rival golpeado.

Los gringos terminaron la mejenga con diez por la expulsión del defensor Jack Elliot, quien se barrió por detrás en una contra en la que Javon East se iba solo al área ya en el minuto 90 y cuando el rancho les estaba ardiendo. Sin duda que los salvó la campana.

Saprissa - Philadelphia Union. Foto: Concacaf.com

Para los tiempos extra cayó lo que algunos podrían calificar como injusto, tras un tiro de esquina la pelota viajó por toda el área, no la pegaron dos de los gringos, pero en el segundo palo apareció el danés Mikael Uhre para definir solito, luego que Fidel Escobar se comió una pantalla y no llegó a la marca. Muy flojo partido del Pana, de los peores desde que llegó a la S.

Al final como el cine, el deporte a veces es cruel y la película no acaba como todos soñaban con el héroe ganando con el brazo arriba, sino con el rival, que a pesar de los golpes, tiró uno más y por muy poco ganó, así como fue el final de Rocky I. Lo malo para Saprissa es que no tendrá revancha.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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