Saprissa eliminó a Pérez Zeledón y le declaró la guerra a San Carlos, en lo que será un duelo a muerte por el título nacional.

En una mejenga durísima, los morados derrotaron 2-1 a los Guerreros del Sur y están en la final de la segunda fase del Clausura.

Ahora el Monstruo abrirá en casa esta serie y deberá ganarle a los Toros del Norte en dos finales (segunda fase y gran final) si es que quiere alcanzar su estrella 35.

Saprissa necesita alzar la copa porque si no lo hace completaría un año entero sin coronarse.

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Por poco los saprissitas se van de vacaciones muchísimo antes de lo que cualquier morado hubiera deseado.

Y gran parte de la culpa la habría tenido el árbitro Adrián Elizondo, porque en la primera parte se comió un par de penales a favor de los de casa.

La mejenga fue idéntica a la disputada en el Valle de El General, los sureños bien parados atrás esperaban a ver qué tenía el Sapri. Esto mientras los locales tocaban como locos por todo lado buscando algún espacio libre para clavarle algún golcito a Bryan Segura.

Le guste o no a la afición ver a Pérez defendiéndose así, José Giacone ya había conseguido ser campeón en el Apertura 2017, por eso no renuncia a este estilo.

Wálter “Paté” Centeno en sus primeros tres meses al mando del club de sus amores mantiene la ilusión y el sueño de los morados de ver al “Rey” en el trono del fútbol nacional.

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Gran reacción guerrera

Con una gran cantidad de público presente en la Cueva, el Monstruo entró como un miura para tratar de cocinar la serie a su favor desde tempranito.

Apenas a los 37 segundos de juego, Christian Bolaños ya estaba probando a Segura con el primer remate.

La S tocaba y tocaba buscando huecos, al minuto 10 Ricardo Blanco casi encuentra uno, pero antes de entrar al área cayó al piso, y aunque era falta y no la pitaron, ya el balón iba muy adelantado.

No hubo que esperar mucho para ver el primer gol de la noche y con solo este valió la pena lo que se pagó por la entrada.

Javier Liendo cometió una falta fuerte a Johan Venegas, el que agarró la pecosa fue Mariano Torres, que se tuvo confianza y aprovechó la poca visibilidad que tenía Bryan para clavársela al ángulo para el 1-0.

Hasta ese momento todo pintaba para una noche tranquila, pero en dos toques, en tres minutos para ser exactos, los visitantes se encargaron de alterar la paz morada.

Y no solo fue perder la paz porque cayó el empate (1-1) en los pies de José Sánchez, sino que también quedaron con un colerón de padre y señor nuestro, porque la anotación cae tras un grave error del portero Alejandro Gómez.

Gómez recibió un pase de Alexánder Robinson, se agrandó y le hizo una amague a Yuaycell Wright, todo mundo gritó ole, pero la bola se le adelantó mucho y el delantero de Pérez Zeledón se había levantado rápido y antes de que el portero pudiera despejar lo presionó y la bola le quedó a Sánchez que sin portero en el marco anotó.

Con la igualdad ya todo mundo le hacía números a los tiempos extra y, por qué no, a los penales.

Saprissa siguió apretando, pero se topaba con un rival más relajado, no le precisaba irse al ataque porque estaban tablas y otra anotación les habría dado la ventaja por el tema del gol visita.

Más bien el protagonismo lo tomó el árbitro. Primero al minuto 29 cuando Bolaños corrió la banda derecha, sacó un gran centro que por poco cierra Venegas, pero al delantero morado Keilor Soto se le barrió y le cometió una clara falta por detrás, la cual Elizondo ignoró.

Un minuto después, otra vez en el área generaleña y con Bola de protagonista, el volante recibió un centro que cabeceó y pegó en la mano de Edder Monguío, tampoco Adrián vio nada ni su asistente le ayudó, pero era penal.

Se calentó el partido, que lo diga Centeno que en ese momento tuvo que quitarse su suéter negro, ya estaba sofocándose.

Paté terminó la primera parte haciendo caras porque se le lesionó Marvin Angulo. El 10 de la S salió con un esguince en su tobillo izquierdo.

Le alcanzó al Monstruo

Para la segunda parte seguía la misma historia, y como dice el dicho: “Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”.

El gol de la clasificación cayó al minuto 75, hasta con un poco de suerte para los tibaseños.

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La jugada nació en un tiro de esquina, Michael Barrantes cobró en corto con Juan Gabriel Guzmán, que se la devolvió bien servida para que rematara a marco. Barrantes le dio con todo de zurda, le pegó a César Elizondo en el camino y se metió en el marco de Bryan.

Los muchachos de Giacone, ahora sí estaban contra la pared, entonces el DT generaleño refrescó su ataque metiendo a Lauro Cazal y Lucio Barroca, pero nada cambió.

Al final las lágrimas de Cazal eran evidencia del dolor que significó la eliminación de los Guerreros del Sur, como contraste una afición eufórica que ve cerca el título 35 de la institución. El duelo entre el Monstruo y los Toros pinta que estará bravo.

El duelo de ida de la final de esta segundo vuelta será este domingo a las 4 de la tarde en la Cueva y el de vuelta el miércoles 15 de mayo a las 8 de la noche en el Carlos Ugalde. Si los norteños ganan la serie son campeones, si los morados se imponen se volverán a ver las caras.