Saprissa sin joderse mucho ya le está respirando en la nuca a Alajuelense

Esta vez fueron solo dos, no todos los días se van a meter siete como ante Grecia, pero la victoria de Saprissa por 2-0 ante Santos fue suficiente para sumar tres puntos y ponerse apenas a un punto de Alajuelense en la lucha por el liderato.

El Monstruo no iba a perder la oportunidad que desde Nicoya le quedó servida en bandeja de plata y terminar la primera ronda del torneo apenas a un pasito del liderato.

Cuando arranque la segunda vuelta a partir de este fin de semana, la S lo hará presionando a un rival que ya no puede dar un paso en falso si quiere mantener la cima.

Saprissa se mantiene en su posición de inmediato perseguidor escudado en su efectividad, buen fútbol y figuras en grandes momentos, como el caso de Ariel Francisco Rodríguez, quien llegó a su sétimo pepino del torneo.

Con el Samurái hay que hacer un punto y aparte de su momento; hay que hacer memoria de cuándo fue la última vez que lideró la tabla de cañoneros a esta altura del campeonato, pero lo que importa, en este caso, es el hoy, donde el hombre está volando.

El ariete la mete por donde le caiga, en instantes donde a los morados les han reclamado la falta de un nueve y hasta algunos habían señalado que su momento con el equipo de sus amores ya estaba pasando, pero con goles demuestra lo contrario.

No es solo Ariel; ojo, es Ulises Segura, Luis Paradela, Warren Madrigal, Jeffry Valverde, Javon East. Es una serie de jugadores que han alzado la mano y sostenido al equipo de buena manera en los momentos que los pesos pesados no están.

A las ausencias de Mariano Torres y David Guzmán, dos jugadores sumamente influyentes en el juego tibaseño y la polifuncionalidad de Youstin Salas, un comodín en la media, Saprissa no lo solo ha sobrevivido, sino que mantiene el ritmo para pelear arriba.

El reto de este martes estaba claro que era diferente al jamón del viernes; Santos no es Grecia, este equipo sí sabe pararse en el campo, sí tiene una defensa sólida y no le temblaron las piernas en la Cueva, a pesar de recibir un gol al minuto 16.

Randall Row ha armado un cuadro al que es difícil hacerle goles, ese es un mérito de los guapileños, que llegaron a Tibás como el conjunto con menos goles en contra, con solo ocho tantos recibidos.

Al frente estaba el más goleador, lo que daba una buena referencia de qué trataba la mejenga, de por dónde iría la cosa y bueno, la resistencia no aguantó mucho.

Paradela se metió por la izquierda, hizo un par de bicicletas, unos amagues, mareó a los rivales y metió un centro al que Ariel llegó a cerrar al primer palo con facilidad.

Santos tuvo pocas, pero una bien clara, a los 35, cuando a Jhamir Ordain le cayó una a la jupa con espacio para pegarla bien, pero el capitán caribeño no la pudo acomodar y la dejó ir cuando tenía todo para la igualada.

Por más. Saprissa quiso y buscó más, pero acá es donde decimos que Santos no es un flancito que las cosas se le caen por un gol tempranero; el equipo siguió bien parado atrás, sin modificar mucho el plan, pues estaba a mercerd de una jugada de iguarlo.

Ojo que sí tuvo para echar más la S, como la que tiró Ariel muy cerca del palo a los 44, parecía que era el doblete, pero por unos centímetros se le desvió la pecosa.

A pesar de la ventaja corta, nunca hubo esa sensación que el resultado estuviera en peligro, más bien el 2-0 de Kendall Waston, de cabeza al 94, sirvió para redondear todo.

Para la segunda vuelta, cuando el Monstruo recupere fichas y si sigue de la mano con los resultados, no cabe duda que hay motivos para creerle.