La Selección Femenina ya está en Portugal para jugar su segundo fogueo de la gira europea, que será el martes al mediodía, hora tica.
Las chicas viajaron de Países Bajos hacia Lisboa la tarde del sábado, luego de la goleada que le propinaron las naranjas y este domingo tuvieron su entrenamiento en el complejo deportivo de la Federación Portuguesa de Fútbol.
El cuerpo técnico y las jugadoras evaluaron los errores puntuales cometidos ante las neerlandesas, mismos que costaron los cuatro goles en contra.
Pero, al mismo tiempo, saben que solo con este tipo de partidos y de golpes, es como podrán vivir la realidad del nivel de fútbol que se toparán en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda, el próximo año.
“Al igual que Países Bajos esperamos un rival de muy alto nivel. Va a ser un partido complicado, físico y donde la exigencia va a ser muy alta. Tenemos claro que nuestro rendimiento debe ser mucho mejor que el del partido anterior.
“Estos partidos nos presentan la realidad de lo que es el alto nivel y de lo que nos vamos a enfrentar en el Mundial. Son equipos que nos hacen acostumbrarnos a esta escena internacional”, dijo la volante Mariela Campos.
En este momento, las lusas se preparan para el repechaje, pulseando uno de los últimos cupos hacia la Copa del Mundo.
“La sensación es que tenemos muchísimo por crecer. A pesar de que hubo cosas que no fueron buenas, pero también rescatamos algunas cosas positivas que se hicieron. Hay mucho más por corregir y mejorar.
“Los rivales son difíciles, ambos, tal vez solo un poco diferente el tema de biotipo y la parte física, pero con la misma responsabilidad que el primer partido, porque lo que vamos a buscar es crecer“, afirmó la capitana Katherine Alvarado.