Selección femenina de Costa Rica sigue sufriendo de los mismos males de siempre

El estreno de Costa Rica en una Copa Oro a nivel femenino tuvo un sabor amargo y de que se quedaron cortas al caer 1-0 en el debut de la competición ante Paraguay por el grupo C.

La femenina de nuevo no dio el ancho a la hora de la verdad ante un rival calificado, qué complicado tener que estar diciendo esto una y otra vez, pero hace rato es la realidad de la Tricolor.

Ya sea con Amelia Valverde y ahora con el español Beni Rubido en el banquillo la cosa sigue igual y se dice así porque el ibérico fue nombrado hace cinco meses, ha dirigido seis partidos, algún tiempo ha tenido, no estamos hablando que lo pusieron ayer.

Es la primera Copa Oro femenina de la historia, posiblemente se necesita un periodo de adaptación, sin embargo si se tenía alguna expectativa de clasificación, este partido era clave tomando en cuenta que se comparte grupo con una potencia como lo es Canadá. El grupo lo completa El Salvador.

Clasifican los primeros dos de cada grupo y los dos mejores terceros, la derrota nos deja obligados a ganarle a las cuscatlecas el domingo y sacarle algún punto a las norteamericanas el miércoles 28 para pensar en un segundo puesto.

Podemos decir que a ratos las ticas fueron mejores, manejaron más la pecosa y que en una de las pocas que las guaraníes tuvieron liquidaron, pero ese es un discurso con el que no podemos quedarnos, porque como decíamos en los torneos internacionales, así es el fútbol.

En los Juegos Panamericanos los empates con Argentina y Bolivia “siendo mejores” de nada valen si eso no se traduce en goles, lo que cuesta un mundo a las ticas en estos certámenes.

Porque no hay que engañarse, la realidad de la Sele no es la del 19-0 del partido contra San Cristóbal y Nieves para clasificarse a la Copa Oro, aquel era un rival amateur al que le hicimos lo que debíamos.

Un tiro lejano de Gloriana Villalobos que pegó en el horizontal nos dio esperanzas, pero hasta ahí.

Sin ser brillantes, al frente este jueves había jugadores de talla internacional como la anotadora del único tanto, Lice Chamorro, atacante del Espanyol de Barcelona en España.

El gol al minuto 51 desnudó las falencias en defensa de la Sele, un centro al corazón del área, adonde apareció Chamorro para aprovechar la complicidad de Mariana Benavides con una pésima marca para darle el espacio y que definiera sin problemas.

Las opciones de la Sele fueron a cuentagotas, hasta nos dejaron con la gana de patear un penal a los 21 minutos cuando lo que parecía una mano de la zaga paraguaya en el área, se pitó de esa manera.

Raquel Rodríguez ya estaba en el punto de penal esperando patear el penal, pero a la árbitro Odette Hamilton de Jamaica le avisaron mediante el VAR que fuera a revisar la jugada porque parecía que no era y tras un chequeo a la acción se echó para atrás, dejando a Rocky con las ganas de anotar.

Las variantes del medio tiempo no surgieron el efecto deseado para generar más peligro, esa sensación que uno decía, ya cae el gol, si acaso un tiro libre de Alexandra Pinell a los 87 que pasó cerca del marco, pero no, nada alcanzó, otra vez se quedó corta la femenina de Beni Rubido.