El amor por Alajuelense lo lleva tatuado en la piel y colgado en las paredes: la historia de una manuda que vive por y para su equipo
Adela Sorto, de 66 años, tiene el liguismo tan pegado al pecho, que decidió llevar su pasión por Alajuelense más allá y se hizo dos tatuajes, que simbolizan la pasión por el club rojinegro.
Ella es amiga de Mercedes Reyes, la manuda que se robó el show en la asamblea de Alajuelense, la semana pasada, con un lindo vestido rojo, lleno de escudos de la Liga.
A Adela se le ocurrió hacerse los tatuajes para el Centenario de la Liga en el 2019 y siempre los luce en el estadio, en los partidos del León o en la asamblea como ese día y esta vez llamó mucho la atención.
También los lució este sábado, en el Día del Liguismo, en el estadio Alejandro Morera.
“Quería un recuerdo del Centenario, entonces me parece que fue la mejor manera. Cuesta hacerlos y duele mucho, me hice primero el escudo y luego el León, según yo me los iba a hacer el mismo día, pero qué va, el segundo me lo hice como al mes”, expresó la vecina de Pavas.
Explica que el hombre que la tatuó tenía varios leones de muestra y ella escogió el que más le gustó. El que lleva en el brazo es un león imponente.
“Los tatuajes son simplemente por el amor que le tengo a esos colores, aunque le digan a uno que la Liga no gana. Qué importa, esos colores se llevan en el corazón”, dijo.
Al igual que doña Mercedes, doña Adela no nació en cuna liguista. Supo del equipo más o menos cuando tenía unos quince años y dice que ha ido con la Liga a muchos países y que conoce todos los estadios de Costa Rica por andar con el equipo.
Recuerda con especial cariño la época cuando jugaba Wílmer López, es decir, de los noventas e inicios del 2000.
Dice que sus tatuajes representan la fuerza y el coraje, pero en ese aspecto fue crítica con los jugadores.
“Siento que eso es lo que a veces les falta, pero a mi me encanta lucir los tatuajes”.
Una vez, cuenta, andaba en la calle y vio a unos jóvenes de La Ultra y decidió meterse a una tienda para evitar problemas. “Yo me metía antes en La Doce, un ratico y me salía”, manifestó.
Decoración
Doña Adela no solo tiene tatuajes en los brazos, su casa parece un museo de la Liga.
En su clóset, tiene 115 camisetas de Alajuelense y diez jackets y todo el cuarto está decorado de cosas de la Liga.
Afirma que con el dinero, le basta con que le alcance para la mensualidad y comprarse las camisas. Ya está esperando la próxima.
Además, ha logrado entablar amistad con algunos jugadores del equipo, como Allen Guevara, quien hasta la ha visitado a la casa.
“Es una excelente persona y un gran jugador. Un día me trajo la camisa de la Liga firmada, cuando se fue para Cartago, y otra vez me trajo una botella de Cartaginés campeón. Ahí la tengo”.
El Cusuco, este torneo, salió del Cartaginés y jugará con San Carlos.
Ella ha recibido críticas de personas que le dicen, por ejemplo, que no tiene edad para andar luciendo tatuajes.
“Uno es libre de hacer lo que uno quiere y yo quería hacerlo, se lo dije a mis hijos y ellos me dijeron, ‘mami, si usted quiere hágalo’. La gente que critique, que lo haga, yo dejo que hablen, pero yo estoy feliz con mis tatuajes y con mi equipo.
“Además, no hay edad para demostrar amor a un equipo, uno es libre de hacer lo que uno desea”, dijo.
Doña Adela lleva a la Liga en la piel, en el clóset y en el corazón… y si algún día hay museo oficial del León, bien podrían tomar ideas de su casa.