¡Qué poco duró la ilusión por Tokio 2020! La selección olímpica quedó obligada a hacer una gran hazaña este domingo ante México si quiere obtener un boleto que no se consigue hace 17 años.
La derrota 1-0 ante Estados Unidos puede ser drástica porque no se jugó mal, pero es derrota al fin, no se logró el objetivo que el propio Douglas Sequeira calificó como clave, ganar el primer partido, por lo que los Juegos Olímpicos ya se ven muy lejanos.
Además, de una selección preolímpica con tantas figuras, muchos esperaban algo más, indistintamente del grupo en el que nos clavaron (con los gringos y aztcas). Incluso, por los nombres que tiene se decía que era la mejor generación de los últimos 15 años.
Pero lamentablemente en la “Sele del futuro” vimos la mala definición de siempre y por eso, aunque nos apeguemos a aquello de que “merecimos mejor suerte”, el resultado fue negativo y prácticamente apagó el sueño.
En un torneo tan corto, da poco consuelo decir que tuvimos más la posesión de la pecosa, que tuvimos más remates y más iniciativa, porque al final los gringos sí pudieron hacer lo que no pudimos los ticos: clavar al menos una.
Los nacionales lo intentaron por todas partes, por los costados, de cabeza, por el centro, llenamos de metralla a los gringos, pero de nada valió porque no marcamos el condenillo gol que sí pudieron hacer ellos.
Es verdad que esta selección estadounidense tampoco fue el equipazo que algunos esperaban que nos pasara por encima, pero sí es un equipo rápido, que llegaba en poco tiempo al área y que sabe defender.
La primera acción de peligro de la mejenga fue de los norteamericanos, la cual inició por una bola que Fernán Faerron regaló en salida y que Aarón Herrera pegó en el vertical derecho de Kevin Chamorro.
Durante el primer tiempo, el jugador costarricense más inquieto fue Alonso Martínez, en los primeros quince minutos tuvo dos oportunidades claras que el meta gringo David Ochoa resolvió bien, al 6′ y 16′.
La segunda fue la más clara, el de Isla Chira se metió bien al área, pero cuando iba a rematar ya había perdido mucha gasolina y le faltó un toque más de potencia al disparo.
Los ticos iniciaron un toque nerviosos, eso era claro en algunos, en esa etapa inicial se notó que la ansiedad los frenaba, lo que hizo que los gringos se vieran mejor.
Por las bandas nos entraban de lo lindo y así nació el único pepino de la mejenga, un centro que salió desde la derecha y que Jesús Ferreira, sin marca, definió sin bronca.
Los gringos nos dieron una cucharada de efectividad, la gran palabra que le faltó a la Sele.
⚽️ Goal @USYNT! 🇺🇸 Jesús Ferreira scores the first goal of the match! United States 1-0 @fedefutbolcrc | #CMOQ pic.twitter.com/U3IJ487BV0
— Concacaf (@Concacaf) March 18, 2021
Pulseada en vano
Para el segundo tiempo, los nervios quedaron en el camerino, al menos los de los defensores, pero no hubo la calma para matar un partido en el que tuvimos bastantes opciones.
Costa Rica cerró el partido con doce remates, nueve a marco. Tocó la puerta una y otra vez, realizó variantes, pero no hubo cómo, en un momento el asunto se volvió desesperante.
Luis Díaz fue en los segundos 45 minutos quien la tuvo más cerca, por la izquierda entró en varias ocasiones, pero las ganas de marcar le hicieron pecar en un par de ocasiones que era mejor pasarla que tirar.
Al 47′, Rándall Leal mandó un trallazo que Ochoa rechazó muy bien, el portero gringo acabó sin duda como la figura del partido.
Tres minutos después apareció el nicoyano Díaz, quien al 55′ la intentó de nuevo, ya para ese entonces se reflejaba a leguas que la Sele tenía otra actitud y disposición.
Al 60′ salió de cambio Manfred Ugalde, desaparecido todo el partido, y el ataque quedó en manos de Jurguens Montenegro, quien entró de cambio y con un juego más físico trató de imponerse, pero el último pase al área nunca fue el correcto.
Yurguin Román la pulseó con dos tiros libres un toque lejanos, que llegaron a las manos de Ochoa.
Al 83′, un cabezazo de Bernald Alfaro se desviado por muy poco luego de un tiro de esquina, pasó rozando el vertical derecho, no se metió por nada, pero el casi, casi no sirve.
Lástima que la intensidad de algún momento no se tuvo al cierre, los últimos minutos fueron más relajados para los gringos y el rival supo mantener la pecosa lejos de su marco.
Pueda que la Sele se vio mejor de lo que muchos esperaban, porque siendo sinceros, pocos le tenían fe, pero de todas formas igual perdió. Para ganarle a México se ocuparán más que ganas.