Gabriela Quirós Larios, una tica que vive en Boston, Massachusetts, Estados Unidos, tuvo un cambio radical sobre cómo veía las motos, las cuales no agarraba por miedo, pero al darles una oportunidad, descubrió por qué para muchos son una gran pasión.
A bordo de una moto tipo triciclo, una Can Am Ryker Rally del 2020 y 900cc, se ha metido poco a poco en ese mundo. Esta es una marca canadiense de la empresa Bombardier, productora de cuadraciclos y vehículos utilitarios.
Gabriela es de las que le tomó el gusto a las motos algunos añitos después, un paso que en buena parte tomó gracias al empuje de su esposo, Eduardo Araya, quien tiene una motocicleta Indian Roadmaster 2015
La experiencia y el estilo de andar en moto es muy variante entre persona y persona, grupo y grupo, en el caso de ellos, son de un estilo muy tranquilo, no andan corriendo ni nada por el estilo sino más bien admirando el paisaje que les ofrece el noreste gringo.
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Salir a dar vueltas por pueblitos que parecen sacados de películas o revistas, pasar por puentes techados que puedan andar por los 150 años y vivir esas experiencias son cosas que les gusta muchísimo para sacarle provecho al tiempo libre.
Eduardo bromea que al inicio su esposa no quería andar por su cuenta en moto por temor a lo que le podía pasar, pero un accidente casero le mostró que las cosas pueden suceder en cualquier lado, por lo que entonces se mandó a subirse valiente.
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“Me animé porque me dije que cualquier cosa puede pasar en cualquier lado, primero hice el curso de moto corriente y no tenía nada de experiencia y no me fue muy bien en el examen, en lugar de acelerar más bien frenaba, entonces buscamos otra opción y Eduardo fue el que me contó de esta moto que no era de marchas, que era automática, muy diferente al sistema de una moto corriente.
“Al principio me asustaba muchísimo, no es lo mismo andar dentro de un carro que en moto expuesto a todo, pero poco a poco se me quitó el miedo y en realidad me gustaba mucho, ahora más bien ando feliz, hasta me hace falta”, explicó.
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En esas regiones de Estados Unidos no siempre se puede andar en moto así como así, el largo y superfrío invierno no deja salir como en verano, por lo que hay que aprovechar.
“No es algo que se pueda disfrutar todo el año, entonces son tal vez cuatro o cinco meses que uno puede salir, que el clima lo permite, cuando empieza el calorcito, entonces ahora sí, hay que aprovechar, es increíble lo que se disfruta”, destacó.
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La pareja vive desde finales de los años noventa en el norte, ella es orgullosamente liberiana y él es tibaseño, pero sus raíces ticas son algo que tienen muy presente y parte de los lugares que visitan les recuerdan un poco a la patria.
“Lo que pasa es que acá en Massachusetts o Nueva Inglaterra, New Hampshire, Vermont, es muy parecido a Costa Rica en cuanto a los paisajes por las montañas, las áreas verdes, eso es lo que nosotros buscamos, no la ciudad, sino nos gusta andar en el campo, es lo que realmente disfrutamos, porque en la ciudad no se disfruta”, destacó.
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Tras descubrir esta pasión por los motos, ella incluso se quiere sacar la espinita y la gana de andar en una de dos ruedas, lo que asegura es uno de sus siguientes propósitos, eso es lo que pasa cuando los deseos vencen al miedo.
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