Costa Rica consumó este martes otro fracaso mundialista, algo que no ocurría desde Sudáfrica 2010, por lo que no irá a la máxima cita del fútbol, pero para recibir este golpe se sumaron diversos factores.
Antes y a lo largo de la eliminatoria se cometieron diversos errores que dieron al traste con el resultado, en La Teja analizamos cuatro de ellos junto al técnico costarricense Marvin Solano.
La salida de Gustavo Alfaro y un relevo que no pegó
Muchos costarricenses y periodistas aseguran que las cosas se empezaron a torcer desde que la Selección no pudo mantener en su puesto al argentino Gustavo Alfaro, quien luego de dirigir a la Sele en la Copa América renunció para irse a Paraguay.
El Lechuga le sacó un empate a Brasil, perdió con Colombia y derrotó 2-1 a los guaraníes en junio del 2024 y en agosto dijo adiós al país por la oferta de la Albirroja, cuando su trabajo estaba dando frutos y muchos se esperanzaban con que liderara el recambio de la Tricolor.
Ante la situación, la Fedefútbol fue por el mexicano Miguel Herrera, quien dirigió a la selección de México entre el 2014 y 2015, pero nunca había dirigido una eliminatoria, elección que para Solano el tiempo se encargó de demostrar que fue un error.
“La escogencia de lo que seguía no se tenía claridad, no sé si se tenía un plan B o una idea de qué sería. Con Gustavo Alfaro el equipo estaba ganando credibilidad y alguna forma de juego, pero no tiene que ver solo con la ida de él, sino con el plan que se tenía.
“Se duró muchísimo con la escogencia para buscar entrenador, incluso para definir qué se quería y también creo que la ausencia de alguien del medio, algún tico con él en el cuerpo técnico pesó, o de asesores locales que le ayudaran en algo”, contó.
Dos empates que nos complicaron la vida
La fase final de la eliminatoria arrancó con dos resultados pésimos que nos complicaron la vida desde un inicio, en las primeras dos fechas apenas se sacaron dos puntos, tras empatar con Nicaragua 1-1 de visita y ante Haití 3-3 en el Estadio Nacional en San José.
Los dos resultados dejaron un amargo sabor a derrota por las circunstancias en las que se dieron, perdiendo dos puntos al cierre en Managua ante un rival con diez jugadores y al dejar ir una ventaja de 2-0 ante Haití en el primer tiempo.
Para Solano son resultados que nos condicionaron y, además, de eso demostraron que la Sele no tenía un núcleo fuerte ni un grupo que pudiera lidiar con las dificultades en partidos claves.
“Eran partidos fundamentales, pero creo que faltó no solo manejo del cuerpo técnico, sino también de los jugadores, que son los que están en la cancha, porque hay veces que al técnico no le alcanza, pero los jugadores son los que sacan los partidos, pero se vieron deficiencias de tipo táctico y también de tipo emocional, faltó oficio de parte de todos. Con un mejor manejo alcanzaba para clasificar.
¿Echar al Piojo ante la emergencia?
Las críticas tan fuertes que generaron los empates de la primera fecha FIFA causaron un clima muy complicado y una presión para hasta despedir al Piojo en ese momento, dar un golpe de timón para sacar el proyecto adelante.
A pesar de las críticas la Fedefútbol se mantuvo fuerte en no sacar al mexicano, Osael Maroto hizo una conferencia de prensa en la que aseguró que todo el Comité Ejecutivo le dio el respaldo unánime al técnico, cosa que luego se demostró no era verdad, cuando dirigentes como Leonardo Vargas, presidente del Cartaginés, reconocieron que él no quería que siguiera.
Para Solano echar en aquel momento al Piojo ya era muy complicado, el proceso estaba muy adelantado y ni modo, tocaba morir con lo que se eligió, pese a que no fue lo mejor.
“Después de esos resultados y lo que vimos después, el problema no fue solo ese, sino que la Selección no mejoró, no evolucionó. Aquel era un momento riesgoso para hacer un cambio, se decidió darle continuidad a un cuerpo técnico que al final no respondió”.
Haití nos dio un golpe letal
Como si no fuera suficiente lo que pasó en la primera vuelta en La Sabana, la visita ante Haití en Curazao es lo que terminó de matar a la Sele, tras perder 1-0 en un partido nefasto.
Aquel resultado provocó que Costa Rica quedara obligado a derrotar a Honduras en la última fecha y que Nicaragua le sacara al menos un empate a los caribeños, lo que al final no ocurrió.
Marvin fue claro que la mentalidad en la que se entró en ese partido siendo tan trascendental, no fue la correcta ni tampoco hubo un llamado desde el banquillo a despertar.
“Es un partido que aunque estuviéramos de visita necesitábamos la victoria y en ese partido el equipo entró demasiado conservador, parecía que entró a no perder y vean que cuando el equipo intentó reaccionar, no lo logró. No hubo evolución ni idea de juego en ningún momento”.



