José Antonio Mora Treminio es un joven futbolista que a sus 20 años sabe que la vida no es sencilla, con uñas y dientes la ha pulseado mucho para salir adelante en el fútbol con la ilusión que un día ese pueda ser el camino para ayudar a su familia.
El muchacho nació y se crió en Barrio México, justo donde el cemento huele a historia y las paredes chismosas lo han visto todo, en las calles que rodean la vieja Botica Solera. Ahí vivía con su mamá y sus hermanos, en ese San José bravo donde hay que andar vivo, porque el que se duerme, se lo lleva el tren. De ese mundo saltó a Nicoya, para ponerse la camiseta de Guanacasteca y jugársela.
Y vea que el fútbol a veces paga, no siempre, pero cuando quiere es justo. Luego de un año de fajarse con los pamperos, la pelota le hizo un guiño: la semana pasada la selección de Nicaragua le tocó en la puerta y le informó que lo quiere para las eliminatorias rumbo al Mundial de Norteamérica 2026. Y este lunes, como si el destino quisiera jugar al suspenso, apareció también en la preconvocatoria de la Selección de Costa Rica para la Copa Oro.
José tiene sangre pinolera por doña Maria Florencia, su madre, nicaragüense de pura cepa, pero él nació en suelo tico, con cédula nacional y acento tico, que arrastra las erre. Así que el destino le pone un dilema bonito pero bravo, uno de esos que marcan la carrera y el corazón.
Charlando con La Teja, Mora nos dijo que no descarta ni menosprecia ninguna opción, jugar con bicolor podría ser un lindo reconocimiento a los orígenes de su madre, pero conversando con ella, es la primera que le dice que si le dan el chance, juegue con la Tricolor, porque a veces, la patria también se hereda, pero el corazón... ese elige solo.
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“Sinceramente jamás pensé que iba a estar en las dos listas, tal vez lo esperaba un poco más adelante. Lo de Nicaragua me pidieron el pasaporte de mi mamá, si era nicaragüense, yo lo mandé y luego cuando vi ya estaba en la lista de convocados”
“Al recibir la convocatoria se lo mandé a mi representante (Anderson Andrade), hablé con él y me dijo que esperáramos, que tuviéramos paciencia. Me preguntó ¿Qué es lo que yo quería? y yo le dije que no menosprecio a ninguna selección, pero que como yo nací aquí, mi sueño es jugar con Costa Rica", comentó.
Ahora Mora tiene una decisión entre manos, si en la Sele le abren la puerta, su corazón pareciera que ya tomó un rumbo.
“No le cierro la puerta del todo a Nicaragua, si se da el chance con Costa Rica me haría muy feliz. Yo siento que puedo llegar a competir por un espacio en la selección, yo pienso que no me importa quien esté al frente, me toca hacer lo que sé y si en algún momento llego a estar ahí, que los tomen las decisiones lo hagan”, explicó.
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José Mora pensó dejar el fútbol
José está viviendo un gran momento futbolístico, fue de los jugadores con mejores números en la ADG el último año, fue contratado por el Cartaginés la semana pasada y de feria lo llamaron dos selecciones, un premio tras vivir momentos difíciles en el 2024.
El extremo afirma que estuvo seis meses sin jugar en el primer semestre del año pasado por una diferencia que tuvo con el equipo que era dueño de su ficha, Guadalupe FC, que lo quiso obligar a jugar en segunda división pese a que equipos de primera lo querían.
“Yo estaba jugando en Sporting a préstamo de Guadalupe, llegó (Francisco) Palencia y a él le gustaba mucho mi juego, entonces jugué bastante, al torneo siguiente Guadalupe estaba en segunda y estaba peleando el ascenso.
“Cuando terminó el torneo me dijeron que tenía que ir a jugar con ellos a segunda, le pedí que me dejara seguir en primera y me dijo que no, que era ficha de ellos y que tenía que ir, entonces le dije que no, que iba a tomar otra decisión aunque ya no jugará más.
“La verdad yo iba a dejar de jugar y ponerme a trabajar porque ya no recibía salario. Sporting llamó a Guadalupe como 20 veces, les pidió reunirse para que siguiera con ellos. Ariel Soto (defensor de Sporting) me preguntó que iba a pasar conmigo y yo le dije que iba dejar de jugar porque no estaba generando nada, yo no tenía representante ni nada y él me presentó a Anderson, quien me ha ayudado muchísimo desde entonces”, recordó.
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Además la vida de Mora no ha sido fácil, toda la vida la han tenido que pulsear mucho para salir adelante y por llevar comida a la casa.
“A mí me ha costado mucho salir adelante, cuando yo estaba en Guadalupe para poder ir a entrenar yo tenía que ir a recoger café con mi mamá, tenía como 15 años, a veces me tocaba venirme desde Guadalupe caminando porque no tenía plata ni para los pases”.
Luego cuando se quedó sin jugar, ante de llegar a Guanacasteca en junio del 2024, estuvo trabajando con un tío en un taller mecánico en San José que le pagaba diez mil colones diarios.
“Cuando yo estaba trabajando en el taller es cuando apareció Anderson. El año pasado pensé que iba a dejar de jugar y en seis meses todo dio vueltas, me llegó Cartaginés y espero estar en la lista de la Sele, sino a seguir trabajando”, finalizó.