La jornada semanal comenzó cerrando bocas guanacastecas con un contundente 5-0 de la mano de un Mariano Torres completamente soberbio y sobrado, en el buen sentido de la palabra. A medida de que su triste final se acerca, nuestro 20 parece que cada vez juega mejor, con mucha tranquilidad y parsimonia con el balón.
Mi ficha Luis Diaz agarra cada vez más confianza y lo veo mejor partido a partido, las nuevas incorporaciones de a poco van destacando en el equipo, aunque todavía me falta ver al joven que vino de la MLS.
El problema con este Saprissa comienza por la inconsistencia de sus partidos, mientras que en uno gana, gusta y golea, al siguiente se le olvida completamente cómo jugar al fútbol y Vladimir vuelve a sus raíces de terrorismo futbolístico con tácticas horribles y siempre regalando los segundos tiempos.
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El sábado era un partido que, sobre el papel, era totalmente ganable, pero siempre preocupan los exmorados en otros equipos y acá no fue la excepción. Daniel Colindres siempre ha sido una debilidad mía, nuestro último gran capitán antes de Mariano, siempre demostró esa picardía hacia el ataque, era la pesadilla de heredianos y manudos, el sábado lo sufrimos y por poco nos hace un gol digno del Puskas.
De Marvin Angulo la verdad no quiero hablar mucho, lo quise en su momento, pero siempre pensé que debía de irse mucho antes, se fue bicampeón, pero parece que no fue suficiente para él, en fin.
Lo del sábado no solo fue un empate amargo con sabor a derrota, sino también presenciar la atrocidad de ver a Ulises Segura de 9, no puede ser posible, Ulises ya no funciona en el equipo, y no es nada en contra de él, pero su aporte es NULO y parece ser una ficha fija en el esquema de Vladimir, cinco puntos a la basura en cuatro fechas y se viene Managua, tengo miedo de un papelón como el 2023 con el Real Estelí, se vienen cositas tristes, morados.