En una noche en la que los morados empezaban a impacientarse por un juego del Saprissa que no terminaba de convencer, el Monstruo terminó sacando el triunfo 2-0 en los últimos diez minutos, con dos goles muy particulares: un regalazo de la defensa y un verdadero golazo, desde media cancha, de Mariarno Torres.
El primero, al 78′, es el típico gol que le hacen a los equipos de Wálter Centeno, esos jueguitos hacia atrás para tratar de salir jugando que acaban en tragedia.
Yosel Piedra, central cubano de los Toros, se hizo un enredo en el área, Ariel Rodríguez le robó la pelota y mató sin piedad para abrir el marcador, solo frente al marco.
Luego vino el que puede ser el golazo del torneo, una bola que el capitán morado pegó desde media cancha cuando vio al portero salido y lo sorprendió con una genialidad justo a su altura.
Vale decir que siempre en este tipo de goles, hay un error del portero que no está bien ubicado, pero eso no le quita mérito la viveza y visión de Mariano para sacar un conejo del sombrero.
Con esos goles al cierre, Saprissa se mantiene líder y así llegará al clásico ante Alajuelense del fin de semana.
GO-LA-ZO DE MARIANO TORRES 😳 pic.twitter.com/pCWhUq8pD7
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Parecía un empate
El 0-0 parecía enorme hasta que se dieron esas dos jugadas que salieron del libreto.
Con el Monstruo, la situación principal son las formas, las maneras, la expectativa que tiene el aficionado de lo que quiere y espera, versus lo que ve, pese a sacar resultados o estar de líderes.
Los morados aún no están convencidos, por eso decirles que el equipo está en primer lugar o que no habría de qué quejarse es algo que no resulta, pues desde hace rato el fiebre pide más.
No es necesario explicar qué es el Saprissa y por qué las formas importantan tanto como el fondo, Vladimir Quesada en cada conferencia de prensa aprovecha para recordar el ADN, él lo tiene muy claro.
El equipo sigue sin dar lo que la gente quiere y más aún en un partido como el de este miércoles, con el colero, con uno de los rivales que se ha mostrado más flojo en el campeonato.
A San Carlos no le suena la flauta, a Wálter “Paté” Centeno, por más que grite, haga gestos o hasta jugadas innovadoras para “sorprender” al rival, de esas que ve en el fútbol internacional, no logra darle el rumbo al club para el que lo trajeron.
Otra cosa que pasa con el Monstruo es que no logra sostener sus intenciones o un juego pleno. En el Carlos Ugalde, en los primeros minutos, salió a proponer y buscar el gol, se veía bien, tuvo dos claras en menos de cinco minutos, daba buenas sensaciones.
Vladi arrancó con Nicolás Delgadillo y Orlando Sinclair en ataque, con un Mauricio Villalobos inquieto en la media y dos laterales derechos, Kenay Myrie y Gerald Taylor, este último jugando por la izquierda a perfil cambiado ante la ausencia de Joseph Mora.
Conforme pasó el rato en el primer tiempo, San Carlos quiso ir por lo suyo con Jonathan McDonald como punta de lanza, uno de los principales verdugos morados que siguen activos, pero que hace rato el olfato goleador pareciera haberlo abandonado.
Al final la más peligrosa de los Toros del Norte fue una que les regaló Esteban Alvarado, una torta casi idéntica a la que se jaló el portero de Nicaragua Miguel Rodríguez en el partido ante Costa Rica, que acabó en el gol de Manfred Ugalde.
La diferencia, por dicha para los morados, es que los locales no pudieron capitalizar el gol, el remate de Reggy Rivera se quedó cortó y cuando iba para el marco lo pudieron rechazar sin problemas cuando el meta morado había abandonado su cabaña. Se vio muy mal.
Regalito y “El Samurai” no perdona. ✅ pic.twitter.com/5qliuTw4yr
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Conforme pasaban los minuto y el ímpetu tibaseño fue bajando, este cambió por frustración, falta de claridad, desaciertos por aquí y por allá, por eso no extrañaba que al medio tiempo, en las redes sociales, los aficionados siguieran con sus quejas.
Para el segundo tiempo, al 58′, Vladimir se dio cuenta que necesitaba dar un giro y metió a Ariel Rodríguez, Warren Madrigal y Gustavo Herrera. Hablando de delanteros con el olfato extraviado, el pana volvió tras jugar en el Mundial sub-20 con Panamá.
Al final, el Monstruo encontró la luz, sigue líder, fuerte, seguro, con ganas, si sus formas no le gustan a muchos, eso es otro tema que ya discutimos, pero al final y al cabo, ganar es lo que vale, de la forma que sea.