Luego de tanta tormenta y polémicas tanto deportivas como personales de parte de sus jugadores, al Monstruo le urgía una victoria por cualquier vía y la consiguió al derrotar 3-1 a Guadalupe este domingo en la Cueva.
Un rival como Guada, con toda sinceridad, por lo mostrado en el campeonato, era el ideal para recuperar confianza, levantarse de tanta bronca y respirar en medio de las tempestades.
Hay muchas cosas que hacen ruido en Tibás, el escándalo de Marvin Loría por una presunta infidelidad es apenas la última, por cierto, el extremo fue titular haciendo por menos cualquier bronca afuera de la cancha, eso sí, salió de cambio al medio tiempo.
En la Cueva, ante el recién ascendido que viene con cuatro partidos sin ganar no se podía esperar otra cosa más que una victoria y de buena forma, sino lo conseguía en esas circunstancias, básicamente era un apague y vámonos.
Desde que empezó el partido se notaban las diferencias entre uno y otro, algo que era muy evidente cuando abrieron el marcador, apenas, a los nueve minutos con un cabezazo de Orlando Sinclair.
Mariano Torres colgó un tiro de esquina y el atacante aprovechó la pésima salida del arquero mexicano Alejandro Peláez y la mala marca de la zaga rival que dejó ingresar solo al atacante.
Apenas en diez minutos uno decía que esto podía ser una fiesta, esa que se necesita Saprissa hace rato para agarrar confianza y durante el primer tiempo esa sensación siempre estuvo presente, más que a los 14 cayó lo que hubiera sido el 2-0.
William Quirós se barrió para tratar de cortar una jugada, pero la mandó al fondo; sin embargo, el VAR lo salvó porque al revisar la jugada detectó que Mariano Torres había hecho una falta en medio campo, por lo que el árbitro Pablo Camacho anuló el tanto.
Guadalupe ni asomaba, el escenario le quedaba grande y Saprissa si apretaba un poco goleaba y en una de tantas llegó el 2-0.
Kenay Myrie, el mejor de Saprissa, tiró un pase filtrado a las espaldas de muy buena forma, Sinclair se desmarcó y solo acomodó la zurda para duplicar el marcador.
El partido se le hacía fácil a los morados, mucho, no parecía que Guada pudiera hacer mucho más que un cabezazo de Joao Maleck a los 22 minutos, el cual tapó Esteban Alvarado.
Al inicio del segundo tiempo las cosas cambiaron, el equipo morado se relajó y hasta cometió un error serio que le costó el descuento cuando Sebastián Acuña se jaló un penal al 56.
Maleck tuvo otro duelo con Alvarado, pero esta vez el mexicano ganó al poner el remate hacia la derecha del meta, mientras este se tiró al otro lado.
Guada empezó a apretar para buscar el empate mientras que las variantes que hizo Vladimir Quesada no pesaban, como la salida de Loría por Marcos Escoe, con un debut de ni fu ni fa, nada para destacar.
Cuando el asunto parecía tenso, el Monstruo respiró con el 3-1, un gran remate de Kenay Myrie se fue al fondo, en una jugada en la que uno que quedó en evidencia fue Gustavo Herrera tras no dominar el balón, este se le escapó y allí apareció el lateral.
Por dicha Kenay estaba muy metido en el partido y cuando su compañero dejó la pecosa, este la pegó de fuera del área para liquidar a los josefinos.
El cuarto pudo llegar con uno que le anularon a Kendall Waston por una presunta falta o con un insólito fallo de Escoe, propio de un jugador que no está al nivel del Monstruo.
Al atacante le mandaron una, se fue solo, disparó al cuerpo del portero guadalupano y la bola quedó ahí, pero Escoe en lugar de seguir la jugada se quedó lamentándose, lo que dio chance al meta de recuperar la pecosa. Una muestra de alguien que no está en nada.