Saprissa y Sporting cerraron la primera fase del Apertura 2025 con un 0-0 seco y sin sabor, muy diferente al fiestón que se vivía apenas a dos kilómetros con el concierto de Bad Bunny.
Para el Monstruo era un juego sin peso alguno en la tabla, ya tenía el segundo lugar asegurado, pero no le daba para llegar al liderato, entonces tenía que cuidar gente y ver a otra que le había dado poco rodaje.
Con el concierto de Benito penas a 2,5 kilómetros de distancia, en el Estadio Nacional, la atención por un juego en estas circunstancias era mínima, al punto que para la Policía ni siquiera fue un tema hacerlo al mismo tiempo, eso dice lo chiquita que era esta vez la cosa.
Nos podríamos hasta animar a decir, que más de uno de los jugadores que estaba en la cancha, hubiera disfrutado más viendo a Benito en tarima que pasándola en un insípido 0-0. Cuidado y más de uno hasta perdió la entrada cuando se programó la mejenga a la misma hora.
Mariano Torres estuvo ausente por acumulación de cinco tarjetas amarillas, mientras que Kendall Waston y Ariel Rodríguez no entraron en convocatoria para cuidarles, pues tienen cuatro amonestaciones y con una más se perderían el partido de ida de las semifinales.
Ante las ausencias, Vladimir Quesada rotó un poco el equipo y le dio oportunidad a jugadores que hace rato no se veían como Sebastián Acuña, quien apenas jugó uno de los últimos seis juegos, por lo que lo sacaron del cajón de los recuerdos.
Jefferson Brenes, Marvin Loría, Gustavo Herrera fueron algunas de las fichas que Vla les dio chance de titulares, luego de que en la segunda vuelta han quedado relegados a la suplencia en términos generales.
El asunto dio chance para hasta convocar a Marcos Escoe, quien volvió a un partido desde el 17 de setiembre, cuando fue duramente abucheado en un partido ante el Herediano.
Fue una buena estrategia del técnico poner a Escoe en Pavas, en un partido que no se jugaban nada y lejos de los silbidos y reclamos de la Cueva, en un escenario pelado, con menos de mil personas, era un sitio más seguro.
Más de uno tal vez pensó que daba chance para ver a un Abraham Madriz en lugar de Esteban Alvarado o descansar a figuras como Óscar Duarte, Fidel Escobar y Joseph Mora; sin embargo, al técnico no le dio suficiente para mandarse violento.
Lo visto en cancha dice que al Monstruo no le da para mucho sin sus estelares, es claro que con ellos posiblememte las cosas hubieran sido diferentes, pero entre la falta de efectividad y la buena noche de Leonel Moreira, las cosas se le fueron complicando.
En el primer tiempo Orlando Sinclair anotó a los 11 minutos, pero estaba adelantado, entonces el VAR lo anuló, luego hubo un par de postes por lado y par de buenas tapadas de Osito.
Para el segundo tiempo Leo se consolidó como figura en una noche que Saprissa tenía la pelota, armaba ocasiones, pero no tenía la calidad para cerrarlas. mientras que los poquitos morados que se animaron a ir, pedían un poquito más.
El empate sabe a nada de los dos lados, no ayuda en mucho, no tiene ni una pizca del sabor que se veía en La Sabana, un evento en el que sí valía la pena tirar más fotos.


