Alajuelense cortará este miércoles a las 5 p.m en su duelo ante el Cibao de República Dominicana un periodo de tres años, dos meses y 22 días en los que no competía a nivel de Concacaf, un escenario en el que se le había perdido el camino.
Por segunda vez en su historia, los erizos jugarán la Liga Concacaf, un torneo que nació en el 2017 y del que los manudos guardan un amargo recuerdo de su primera edición.
A cargo del español Benito Floro, los rojinegros apenas duraron dos partidos en el certamen, eliminados por el Olimpia de Honduras con un global de 3-0.
El León quiere borrar aquel mal paso y seguir al Herediano y Saprissa, los ganadores del torneo en los últimos dos años.
La última vez que los manudos alzaron una copa internacional fue en el 2004, cuando ganaron la Copa de Campeones de Concacaf al golear 5-1 al Saprissa en el global de la serie.
En 1986 fue la otra ocasión en la que los manudos alzaron la copa de campeones del área, de hecho, fueron el primer club tico en levantar un torneo de Concacaf.
Andrés Carevic, técnico manudo, también sabe lo que es alzar una copa internacional en la Concacaf, cuando como jugador se proclamó campeón con el Atlante en el 2009.
“Jugar un torneo internacional creo que para todos es muy importante, no solo para mí, sino para el cuerpo técnico, los jugadores, la institución. Creo que siempre los torneos internacionales son muy importantes para el club, para los jugadores por poder mostrarse”
“Lo tomamos con toda la seriedad y haremos todo lo que esté a nuestro alcance para trascender en el torneo que es sumamente importante para nuestra institución”, dijo el entrenador argentino.