Óscar Ramírez sacó a relucir el ADN rojinegro, previo al clásico entre Alajuelense y Saprissa.
Este domingo, durante la presentación del entrenador manudo, el Machillo habló de su primera prueba de fuego, el clásico nacional, que será este lunes, a las 8 p.m. en el estadio Alejandro Morera Soto y sacó a relucir el tema emocional, que, para él, es clave en este tipo de encuentros.
Ramírez compartió con los medios por espacio de media hora, porque a las 4 p.m. tenía programada su última práctica, previo al encuentro con los morados y dijo lo que espera sobre su primera mejenga en el banquillo erizo y hasta le envió un mensaje a la afición.
- ¿Qué podemos ver diferente para el clásico ante Saprissa?
Esa es una pregunta muy interesante, porque si lo vemos por trabajo, realmente estamos en un conocimiento y creo que aquí entra el tema del compromiso del muchacho, de ver cómo puedo llegar a ese sentimiento y que se vea en la cancha, de poder llegar a algo más, que muchas veces los que hemos estado en clásicos sabemos que son partidos muy diferentes.
LEA MÁS: Esto fue lo que convenció al Machillo de regresar al banquillo de Alajuelense
La parte emotiva tiene su fuerte y en la táctica creo que tiene sus bases de acuerdo al trabajo que estaba haciendo el profesor Guima y que es importante repasar, no se puede hacer mucho en poco tiempo.
Yo tengo mi idea y quiero irla formando y ver el caminar. Aquí lo urgente es buscar esa clasificación, primero que nada y luego ir partido a partido, pero sí, el factor motivacional tiene que haber mucho. Y aquí viene un mensaje para la afición que me interesa comunicarlo.
Hay lapsos de un partido, por ejemplo, 30 minutos, en los que venís con la parte fresca del plan táctico, la parte física muy bien y puede que el otro equipo se defendió muy bien, no lograste un gol, pero eso no implica que el equipo se cae.
Simplemente que es una transición de la parte física, que entra en una situación que es natural, ningún equipo en el mundo puede jugar a los 90 minutos a un mismo nivel. La afición tiene que entender esos momentos.
Hay momentos en que el equipo rival se te quiere asentar y el jugador tiene que reaccionar ante eso y es ahí tal vez lo que llamamos el ADN, el no dejarse, que quiero seguir aunque me duela, aunque estoy cansado, pero no bajo la cabeza y sigo. Y yo creo que esa es la parte que tenemos que afinar un poquito, tanto la afición como el mismo equipo, de saber de esa situación para poder hacer esa parte más fuerte y que realmente nos dé ese impulso en momentos críticos, pero que se entienda que es normal, que se da eso.