Douglas Sequeira es un hombre sensible, de esos que no esconden lo que sienten y este domingo en el estadio Allen Riggioni de Grecia lo volvió a demostrar.
"Dios premia el trabajo y a las personas que trabajan, muy contento de que hoy termine el trabajo que hemos hecho de buena forma y ver a los jugadores contentos", dijo Douglas mientras se secaba las lágrimas.
No es la primera vez que el Esqueleto suelta el moco frente a las cámaras, la primera vez fue cuando jugaba en la "S" y le montaron el baile a Saprissa, de eso hasta memes hay.
Pero cuando las lágrimas son de alegría y después de ganar un torneo tan rudo como el de segunda son más que válidas.